COLUNGA.
Escudo medio partido y cortado. Primer cuartel partido, tres flores de lis en oro. Segundo cuartel partido, cuervo en sable. Tercer cuartel cortado, sobre ondas tres ánades. Al timbre corona real cerrada.
Reseña Histórica.
Tras la Neolitización sus restos están marcados por tres estructuras tumulares en La Rasa de las Luces, y la existencia de otra necrópolis en el Libardón. En esta época del bronce hay unas hachas de talón con una o dos anillas encontradas en La Rasa de Luces y en Lastres.
La Edad de Hierro es un enclave importante en la cultura castrense, ya que hay cinco emplazamientos castreños en la zona de Colunga. La Riera de gran importancia por su superficie y por el numero de rampas que conduce a sus terrazas donde estaban las viviendas y los de Castiellu, La Villeda, Obaya y La Isla.
De su época de romanización, hay cantidad de restos, en La Isla se encontraron mosaicos, monedas, lápidas funerarias, etc.
En la historia medieval, no hay ningún documento durante los siglos X y XI que aglutinase una serie de lugares bajo el nombre de Colunga, sí se aplica a una villa. Es en la época del rey Bermudo III, cuando se tienen noticias de un territorio denominado Colunga, así sus representantes participan en el concilio celebrado en Oviedo en 1115 pero estaba incluida dentro del territorio de Caravia.
Es en el siglo XIII, cuando el alfoz de Colunga, se dota de una nueva cabecera territorial que será la puebla de Colunga que coincide con la época repobladora de la monarquía castellana en Asturias. Esta puebla no conseguirá ser un verdadero centro urbano, puede que en parte debido a la proximidad de las pueblas de Ribadesella y Maliayo, o también debido al empuje de La Isla o al enclave pesquero de Lastres, como centros importantes. Estas tierras pasaron a Enrique de Trastamara futuro Enrique II de Castilla, que se las dejaría a su hijo bastardo el conde don Alfonso que estuvo en continua rebelión contra la autoridad real. El conde fue derrotado en el siglo XIV y todas esta tierras vuelven a la corona.
En el siglo XVI, el puerto de Lastres experimenta un importante crecimiento teniendo tráfico mercantil, actividad pesquera que generaba otras labores a su alrededor o la captura de ballenas. Siendo este puerto el mayor núcleo urbano del concejo.
La Edad Moderna, todavía había dos cotos eclesiásticos, el de Caravia y el de Carrandi y no fue hasta la desamortización de Felipe II, cuando el enclave de Carrandi fue comprado por Gonzalo Ruiz de Junco, que pertenecía a una de las más relevantes familias de la aristocracia local. Es en el siglo XVI, cuando hubo varios cambios: se constituirá el ayuntamiento de Colunga, un temporal destruye las instalaciones portuarias de Lastres que no se restauraría hasta finales del XIX, Esto trajo un progresivo declive del puerto, durante esto siglo Quedando Colunga bajo una economía y administración de tipo medieval, con una población modesta.
Es en el siglo XIX, cuando la guerra de la Independencia trajo la invasión de Colunga por dos veces, saqueando la villa y quemando el archivo municipal. Durante este siglo el concejo quedó fuera del proceso de industrialización y su estructura económica estará basada en la agricultura. Su nuevo puerto de Lastres no trajo el trafico mercantil esperado, tal vez por haber otros enclaves portuarios mejor dotados y mejor situados.
En el siglo XX, tuvieron un importante papel las fortunas traídas de América por las y los indianos, materializado en un progreso del sector constructivo. En la Guerra Civil, Colunga quedó dentro del territorio republicano hasta la caída del frente norte. Hoy en día es un concejo prácticamente rural y ganadero, sigue el puerto de Lastres siendo el cuarto en importancia de Asturias.