Buscar este blog

miércoles, 31 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LXIV












RIOSA.

Su escudo es cortado en dos. El primer cuartel, representa sobre campo de azur, la Cruz de los Ángeles, en clara referencia a su dependencia obispal durante siglos. El segundo cuartel, nos enseña unas montañas que representan la sierra del Aramo, accidente geográfico que tanto significa para el concejo. Al timbre corona real, cerrada.
En uso sin sanción legal, está copiado de la representación de Bellmunt y Canella, siendo utilizado por la corporación actual, aunque nunca se acordó su empleo.


Reseña Histórica.

Gracias a las características geomorfológicas del concejo, la vida de las gentes de la zona está marcada por dos actividades principalmente; la ganadería y la actividad minera, separada ésta en dos momentos, una en la edad del bronce y otra más cercana que nace desde mitad del siglo XIX.

De la época prehistórica son las cuevas del Aramo que constituyen el primer signo de actividad minera dentro del principado. Fueron encontradas a finales del siglo XIX al intentar extraer cobre y cobalto, siendo encontrado en su interior numerosos utensilios y esqueletos humanos que se cree tenían edades comprendidas entre los 20 y los 40 años, y una altura de entre 1,61 y 1,76 metros Los utensilios hallados eran martillos de piedra y asta, cuñas, bateas, crisoles... La extracción del mineral se hacia principalmente, partiendo la roca con fuego, fundiendo el mineral posteriormente para la obtención de cobre que sería tratado después en otros lugares. Más recientemente fueron practicadas nuevas excavaciones encontrándose nuevos elementos parecidos a los primeros, y que tras un estudio exhaustivo arrojaron una antigüedad cercana a los 4000 años, lo que permitió situar dichos hallazgos entre la etapa calcolítica y la edad del bronce. Un elemento que llamó la atención, fue la aparición de los esqueletos en galerías explotadas, desechándose la hipótesis de derrumbe o accidente como causa de la muerte.

De las edificaciones castrenses hay que decir que hay inventariados actualmente dos asentamientos. Uno de ellos localizado en La Pena´el Cochéu, en Rioseco, y que se cree tenga relación con las explotaciones mineras del Aramo. Y otro en el Pico Castiello en El Collao, aunque no ha sido excavado. Cerca de este último fueron encontradas dos lápidas de época romana, aunque sólo una es conocida y estaba dedicada a una divinidad indígena.
 
Pasan varios siglos sin noticias del concejo hasta que aparecen referencias de Riosa en varias donaciones efectuadas al obispado de Oviedo. De estas donaciones aparece una del rey Ordoño I de la Iglesia de Santa María de Riosa a la iglesia en año 857, aunque fue considerado posteriormente como una falsificación de comienzos del siglo XII. No obstante, está comprobado que terrenos y lugares del concejo fueron donados en su mayor parte a la mitra Ovetense, de la cual dependió durante la edad media y parte de la moderna. El obispo era quien nombraba a los regidores, o daba el poder a algún noble o eclesiástico.

Esta situación acaba en 1579 gracias a la desamortización realizada bajo mandato de Felipe II que contaba con la autorización Papal. Las gentes de Riosa compran al monarca los terrenos por un total de199.721 maravedís, legalizándose la compra en escritura con fecha de 9 de mayo de 1588, documento aun conservado en el ayuntamiento. Hasta 1880, el ayuntamiento se reunía en la localidad de Felguera, pasando posteriormente a La Vega, capital actual del concejo.

En el siglo XIX tienen lugar la guerra de la Independencia, con escasa repercusión en la zona, y las guerras Carlistas, operando por la zona el Cabecilla Santa Clara que calcinó y arrasó el registro civil. A mediados de este siglo, una real orden concedió a la fábrica de Trubia el coto minero de Morcín y Riosa, abriéndose una mina en 1846 para la extracción del carbón para posteriormente ser llevado todo ello a Trubia. Esta explotación minera es la que hoy en día se conoce como Monsacro, en el límite de Riosa con Morcín y que desde 1969 pertenece a la empresa estatal HUNOSA.

En el siglo pasado los acontecimientos más destacados fueron la participación de las gentes de la mina de la zona en los sucesos revolucionarios de 1934, que obligaron a venir hasta Riosa al entonces ministro de la guerra Gil Robles, en unión con los generales Franco, Goded y Fanjul, para presidir las maniobras militares comandadas por el coronel Aranda. Y por supuesto la guerra civil, estando el concejo con el bando republicano hasta la caída en manos nacionales.

lunes, 29 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LXIII











RIBERA DE ARRIBA.

En sinople (verde), una perla de azur (azul), perfilada de plata (blanco) y cargada en su centro de un salmón de plata. El escudo se timbra con la corona real española.

Reseña Histórica.


Dada la fertilidad y las condiciones de habitabilidad que presentaban las tierras del concejo, no es de extrañar que desde tiempos prehistóricos el concejo estuviese permanentemente poblado. De este modo fueron hallados varios vestigios históricos del paleolítico como los encontrados cerca de Sardíno, o los yacimientos de las cuevas del Requexu en Ferreros donde se encontraron materiales de la época magdaleniense, o los de la cueva de Entrecueves, donde aparecieron signos de pinturas similares a otros como los de Buxu.


Se han hallado también vestigios de asentamientos castrenses, aunque no se ha podido precisar a que época corresponden al no haber sido excavados hasta el momento. Estos Castros fueron localizados en La Corona, cerca de Picu Llanza, en El Picu Castiello, en El Picu Les Pedreres, y en El Cueto cerca de Sardín.


Las primeras noticias documentadas del concejo aparecen allá por el año 857, cuando Ordoño I cede a la obispalía de Oviedo el templo de San Pedro de Ferreros así como terrenos de Palomar, Pereda y Vegalencia. Posteriores donaciones otorgan la práctica totalidad del territorio a poder eclesiástico. Dentro de las donaciones efectuadas señalaremos la efectuada por la reina Urraca en 1112 como agradecimiento por la ayuda prestada por el Obispo Pelayo en su lucha contra su marido Alfonso el Batallador. La donación comprendía un extenso territorio que llegaba hasta un lugar llamado Sopeña cerca de Caces. Esta donación fue la base que tomó la iglesia para su potestad sobre el concejo hasta el siglo XVI, en que perdió tales derechos. Los terrenos de Ribera siempre fueron muy valorados por instituciones y la nobleza de Oviedo.
 

El poder de la mitra fue abusivo durante bastante tiempo, haciendo cobrar en 1214, bajo orden del obispo Juan un impuesto por el abuse y disfrute de la tierra de Tellego. Durante la dependencia del Obispado, éste trasladaba el poder de la zona a varios nobles y tenentes que tenían el poder administrativo del concejo. Uno de los más destacados fue Gutierre González de Quirós.


Ya en 1537, Oviedo envió una serie de diputados para el reconocimiento del territorio de la Ribera con el fin de comprárselo a la mitra para anexionarlo a su territorio. Esta operación no llegó a cuajar nunca, siendo ya en 1579, gracias a la desamortización llevada a cabo por el rey Felipe II cuando las gentes de Ribera compraron todos los terrenos del concejo, formando municipio independiente.
 

El concejo quedó organizado en cuatro zonas o divisiones de gran importancia a la hora de elegir los cargos municipales. Estas divisiones eran las siguientes: Palomar; Bueño y Ferreros; Soto; Y por último, Tellego, Fresnedo y Sardín. Cada 1 de marzo, se reunían en La Barquera a orillas del Nalón y procedían a la elección de los cargos. Los jueces eran elegidos por una sola división que correspondía por turno, directamente y con la mayoría de votos.
 

El siglo XIX trajo consigo la construcción del primer puente de piedra sobre el río Caudal, mejorando las comunicaciones entre las orillas del río, efectuadas hasta ese momento en Barca. La guerra de la Independencia contra la invasión francesa tiene como hecho más destacado el levantamiento popular contra las tropas invasoras, provocando una marcha en manifestación hasta Oviedo para pedir a la audiencia el apoyo de la insurrección. De las guerras Carlistas, el concejo fue testigo en 1836 de la derrota de las partidas gubernamentales comandadas por el general Pardiñas, a manos del batallón de Gómez, bajo órdenes del Brigadier Bóveda.
 

Ya durante el siglo XX, el primer acontecimiento importante del concejo fue desgraciadamente la guerra Civil Española, quedando Ribera en el bando republicano, hasta la derrota de este en 1937. Pasada la difícil posguerra, el concejo fue poco a poco recuperándose de tanta contienda y adaptándose a la modernidad, siendo hoy uno de los lugares mejor comunicado del Principado de Asturias.

viernes, 26 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LXII













RIBADESELLA.


Partido. Primero, en campo de azur, la Cruz de la Victoria, de oro y pedrería. Segundo, de plata, una mebarcación, saliente del flanco diestro, sobre ondas de azur y plata.


Reseña Histórica.



Ya desde los tiempos prehistóricos del paleolítico, el territorio de Ribadesella estuvo colonizado por la raza humana, como así lo demuestran los importantes descubrimientos hallados en diversas cuevas y abrigos naturales localizados en distintos puntos del concejo, destacando sobremanera la cueva de Tito Bustillo, que nos deja unas impresionantes representaciones del arte rupestre, estando cubiertas sus paredes por diversos grabados que nos muestran figuras de animales y signos que nos sitúan en la edad magdaleniense. 


Las primeras referencias que tenemos escritas datan del siglo I antes de Cristo y son del griego Estrabón que nos habla de la ría de "Noega" que separaba “a los Astures de los Cántabros”. Las gentes de Ribadesella de la época llevaban el nombre de Salaenos y dominaban Colunga, Arriondas y Llanes. 


Tras la victoria Romana, estos deciden dividir a la población por el río Sella, incluyendo a la gente Astur en Lusitania y a la Cántabra en la Tarraconense. 


La fundación formal de la villa se hace en el siglo XIII bajo mandato del rey Alfonso X el sabio, con la unión de los territorios de Leces y Maluerda, uno a cada lado del río y se forma el ente municipal que perdura hasta nuestros días. La nueva población es dotada de una carta de derechos civiles y de un gobierno tutelado por la corona. 


Durante la Edad Media la villa vive un momento de esplendor gracias a los astilleros que se nutrían de la madera que se hacia bajar por el sella y al comercio marítimo especialmente de la sal (indispensable para la salazón de los pescados). Sin embargo, la actividad más rentable era la captura de los salmones en el Sella controlada por los “Mareantes” y las cazas de las ballenas que invernaban en esas aguas. A consecuencia de esto se deriva la Casa de las ballenas que perdura en la villa hasta el siglo XIX. 


En el plano político Ribadesella paso a ser una plaza muy disputada gracias a sus innumerables fuentes de riqueza y por su estratégica situación geográfica. Es aquí cuando la casa Quiñones se adueña de la villa en tiempos de Juan II volviéndose a incorporar a la corona en tiempos de los reyes católicos que desalojan a la familia Quiñones de sus posesiones. 


En el siglo XVI tiene lugar un acontecimiento histórico para la villa como es la llegada del emperador Carlos I, a raíz de la cual se festeja el acontecimiento durante dos días seguidos. Es en esta etapa cuando se fortifica el recinto de la ermita de la Guía para defender el puerto de pueblos enemigos. Es una época de relativa tranquilidad en lo referente a la seguridad. 


Durante el siglo XVII se intentó crear en Ribadesella el puerto principal de Asturias, además de enlace con Castilla, presentando un proyecto de carretera por Ponga, pero por influencias de Jovellanos, finalmente recayó en el puerto de Gijón que proyectaba la carretera de Pajares para el acceso a Castilla. No por esto se estancó la villa pues Carlos III dona 100.000 reales para las obras de ensanche y mejora del puerto que serian finalizadas un siglo posterior. 


La invasión francesa paraliza los trabajos y Ribadesella fue utilizada como cuartel de retaguardia y avituallamiento por el general Ballesteros, cayendo derrotado por las líneas del general galo Bonet en 1810 y sufriendo de nuevo el pueblo los rigores de otra ocupación. 


En 1865 se construye el primer puente de madera sobre el río Sella que sería sustituido por uno de hierro en 1892 siendo éste destruido por la Guerra Civil Española en 1937, reconstruyéndose definitivamente en 1940 en hormigón, que es como lo conocemos en la actualidad. Durante las décadas de los 60 y 70 se urbaniza el Arenal de la playa de Santa Marina quedando configurada la villa tal como hoy la conocemos, y en la que la construcción de viviendas, el turismo, el consumismo, las nuevas costumbres y las tecnologías hace de la villa Riosellana una villa moderna. 

jueves, 25 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LXI








RIBADEDEVA.

Escudo cortado. 1º, las armas de la ciudad de Santander. 2º, armas del principado de Asturias. Al timbre corona real, cerrada.

Reseña Histórica.


La presencia de vida humana en la zona se remonta a la época paleolítica. De esta etapa histórica son los yacimientos descubiertos en las cuevas de Mazaculos y la de Espinoso situadas en las cercanías de la desembocadura del río Cabra. En la Tinamayor se halló una conchera y en las inmediaciones de Pimiango se encuentra la famosa cueva del Pindal donde aparecen grabados y pinturas de animales como bisontes, caballos, ciervos, peces y mamuts.
 

De la etapa epipaleolítica son varios los asentamientos y yacimientos encontrados como los de Las Covariellas, Tina y Tronía. Además a este periodo corresponde el desaparecido enterramiento del Molino de Gasparín, hallazgo con connotaciones de ritual funerario, y en el que también se han encontrado tres picos asturienses, lo que relaciona los descubrimientos con la etapa asturiense.
 

Del periodo neolítico son un hacha de piedra pulimentada encontrada en el Covacho del Cazarru y los túmulos funerarios de La Jayuquera (Villanueva), de El Trabe y de Bojes. De la edad de bronce y de hierro poco o nada se puede afirmar, sólo la presencia en la zona de orgenomescos, que era un pueblo Cántabro. En la época de la reconquista las gentes de la zona se unieron con las tropas cristianas en su lucha contra la invasión musulmana.
 

En la alta edad media el concejo junto con Llanes forma parte de la región Premoriense. De este periodo, concretamente del siglo X aparece mencionado el templo de Santa María de Tina en Piamango, en la cual se han localizado una necrópolis y restos de otra edificación que se cree pertenecían a los primeros tiempos de la reconquista. La primera mención de Ribadedeva como entidad propia dentro de Asturias, es un documento de 1157, del archivo de San Salvador de Celorio y otro de 1169 de la misma procedencia, que habla de un tal don Gómez, tenente de Aguilar (actual Llanes) y Ribadedeva.


Después de la unión de los reinos de León y Castilla en 1230 bajo mandato de Fernando III el territorio de Ribadedeva, junto con las dos Peñamelleras, es separado de Asturias y agregado a tierras castellanas, concretamente a la merindad denominada Asturias de Santillana, aunque eclesiásticamente todavía dependía de Oviedo. Esta situación se mantiene hasta 1834 donde regresa al sitio que no debió abandonar nunca. En 1376 el rey Alfonso XI concede al pueblo ciertos privilegios, otorgándole el poder de elegir sus cargos concejiles y sus propios jueces.
 

Hacia los siglos XIII y XIV se sitúa la construcción de la torre de Noriega, exponente máximo del poder señorial que ejercían la familia Noriega en el concejo. En 1517 se tiene constancia del paso del emperador Carlos V por la capital Colombres, y de la que recogió el cronista Laurent Vital como" mala aldea o cabañal".
 

En la edad moderna Ribadedeva forma parte del corregimiento de las cuatro villas de la Costa de la Mar, y a partir de 1749 del partido del Bastón de Laredo, teniendo representación en las juntas Cántabras de 1778 a 1815. En el siglo XVIII recibe el concejo el nombre de Real Valle de Ribadedeva siendo sus habitantes “hidalgos” no sometidos a ningún señorío. El gobierno se ejercía en cada pueblo que convocaba su propio concejo y nombraba un regidor dependiente de la Justicia ordinaria. De este modo se organizaba el valle administrativamente, además hay que destacar el privilegio que tiene el concejo con la exención del pago de alcabalas.
 

La guerra de la Independencia tuvo una gran repercusión en toda la zona, estableciendo el ejército asturiano su línea de defensa en los ríos Deva y Pesués bajo mando del General Ballesteros. Esta defensa fue atacada por el General Francés Bonet, franqueándola e invadiendo la zona rápidamente. Las guerras Carlistas también tuvieron su parte de historia en el concejo asentándose en la zona las partidas del coronel Arroyo y de Florez.


Sin embargo el acontecimiento histórico más relevante de este siglo es la vuelta a terreno Astur de los territorios de Ribadedeva en 1833, constituyéndose el primer ayuntamiento bajo dependencia asturiana, un año más tarde. A partir de mediados de este siglo empiezan a efectuarse las emigraciones ultramarinas a América, consiguiendo grandes fortunas que reinvertirían en mejoras urbanísticas y de servicios básicos de los pueblos.
 
A comienzos del siglo XX se unen las líneas ferroviarias que unen Asturias con Cantabria y se mejoran las carreteras. Durante la república el concejo queda en manos del frente popular, hasta que se produce el alzamiento militar que origina la guerra civil y que tiene su repercusión en el concejo con la entrada de las tropas nacionales en la zona en septiembre de 1937. En 1948 la playa de La Franca fue escenario de la emboscada y posterior asesinato de los guerrilleros Corsino y Eduardo Castiello.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LX












QUIRÓS.

Cortado y medio partido. En el cortado superior está representada sobre campo de azur, la Cruz de los Ángeles, que simboliza la dependencia que tuvo la zona de la mitra Ovetense. En el primer cuartel partido, nos representa una torre en representación del Castillo de Alba, desde donde se controlaba todo el valle. El segundo cuartel partido está compuesta por las armas del apellido que da nombre al concejo y que son dos llaves colocadas hacia arriba rodeados de seis luneles de gules colocados tres en cada flanco. También aparecen tres flores de Lis colocadas dos encima de los flancos de gules y la otra en la parte baja de las llaves.

Reseña Histórica:


Los primeros vestigios históricos descubiertos en el concejo corresponden a la época neolítica, descubriéndose importantes yacimientos en la zona que va del Alto de la Cobertoria a la Colla de Chanuces. Se encontraron dos túmulos en la Mata´L Casare, en los Fitos un anillo semicircular de piedras hincadas y un túmulo asociado. Otro túmulo fue hallado en el Prau Llagüezos y por último en La Cholla Cimera se encontró otro que contenía en su interior una estela clavada. Cabe destacar de todos estos hallazgos su buena conservación. De la edad del bronce nos viene la primera muestra de la metalurgia Asturiana con el anillo brillante de Mata´l Casare. Hay que mencionar las diferencias estructurales y la secuencia de materiales de los hallazgos que nos permite creer en una larga tradición ritual en la zona.

Cinco son los castros localizados en el concejo. El de Cochao en Nimbra, Vachicastro en Toriezo, el Castiecho en Tene, La Picona en Ricao, y San Juan en Chanuces. Pero poco se puede decir de los mismos en tanto que no fueron excavados todavía, ignorando su filiación cultural y cronológica. De los restos visigodos de la zona, tampoco podemos afirmar mucho, al escasear los mismos. Es digno de mención únicamente el conjunto de Jarro y patena encontrados en las inmediaciones de Llindes.

Numerosas son las veces que aparece el nombre de Quirós y alrededores, en donaciones efectuadas al obispado de Oviedo, como la efectuada por Ordoño I en el año 858, o la que hizo Alfonso III el Magno en el 875. Sin embargo, averiguaciones posteriores nos hacen dudar que estas sean fiables, siendo los documentos aparecidos a partir del siglo XII los que verdaderamente reflejen realidades.

De la época medieval queda en el concejo el castillo de Alba, localizado entre Cuañana y Faedo. Era considerado como el centro militar que controlaba el valle. Posteriormente fue ocupado por el conde Gonzalo Peláez en el levantamiento efectuado contra Alfonso VII. Más tarde fue centro de administración de los terrenos dominados por el obispo y que en el concejo eran potestad de la familia Quirós cuyo emblema era: " Después de Dios la casa de Quirós."

Del mismo modo que muchos concejos asturianos, Quirós formó parte de la mitra Ovetense desde tiempos de Fernando II en 1174 hasta 1579 en la que el Papa Gregorio XIII donó los terrenos al rey Felipe II como agradecimiento de la victoria de Juan de Austria en Lepanto. Pensó Felipe en subastar los terrenos, lo que ocasionó las quejas del pueblo, decidiendo el monarca vender el terreno a las gentes del lugar. De esta forma se constituye el ayuntamiento quedando fuera de su jurisdicción el coto señorial de Llindes que se unió allá por el siglo XIX. En 1587 acaba el trámite del proceso de compra con la entrega de La Real Cédula de Libertad. En 1598 se acuerda que los antiguos concejos dependientes de la mitra tuviesen representación en la Junta General del Principado teniendo voz y voto.

La guerra de la Independencia de principio del siglo XIX también tuvo repercusión en el concejo con la quema y saqueos por parte de las tropas francesas de varias casas. Las guerras Carlistas también dejan su sentir en el concejo, siendo lugar de pasada de las tropas de Sanz y de parte de las de Gómez, actuando en la zona el batallón asturiano de Flórez.
 
Sufre Quirós una acuciante frustración industrial durante todo el siglo XIX, primero con la construcción del ferrocarril de Pajares a Gijón, lo que dio al traste con la idea que se tenía para trasladar el carbón de las minas Quirosanas hasta el Puerto de San Esteban tal como estaba proyectado, utilizándose posteriormente este carbón para suministrar a la fábrica de Trubia, que cerró sus puertas en 1876, proyectándose la implantación de nuevas fábricas en Bárzana que vieron la luz en 1870 para cerrar definitivamente en 1887.

martes, 23 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LIX












PROAZA.

Cortado y medio partido en dos partes. En el primer cuartel cortado, sobre campo de azur se nos muestra la Cruz de los Ángeles, de oro y piedras preciosas, en clara muestra de su dependencia de la mitra ovetense durante siglos. En el primer cuartel partido, se representan dos torres de oro almenadas sobre terrasado de sinople. Este cuarto representa las dos fortalezas medievales situadas a orilla del río Trubia. En el segundo cuartel partido, seis flores de lis en campo de gules y recuadro inferior con orla de plata y campo de azur con cinco flores de lis, puestas en aspa. De este cuartel se desconocen los motivos de su inclusión en el escudo, pudiendo ser una mala interpretación de las armas de Prada o Vázquez de Prada.

Reseña Histórica:

No es Proaza terreno de descubrimientos importantes, aunque se han encontrado hallazgos sueltos que nos trasladan a la época paleolítica. Dentro de estos hallazgos tenemos los materiales relacionados con la construcción de instrumentos líticos y encontrados en Samartín, Los Teyeros y el Castrillón. También se han encontrado lascas y núcleos en Bustiellu, Caranga d´Arriba y Valdearenas. Cerca de la capital, en La cueva aparecen restos de tallas y láminas asociadas a restos óseos. Por último son de destacar los cinco conjuntos tumulares hallados en el concejo, en el lago de Barreda, en el puerto de Sograndio, en Ranón, en la Cruz y en el collado de Canal Seca.

De la edificación castrense fueron encontrados varios asentamientos en L´Arbeal, Serande, el Picu´El Castiellu, El Picu´Castru y Bustiellu. Lo que no podemos afirmar de todos ellos es la etapa a la que se corresponden, pudiendo ser de la época prerrománica o románica. De clara reminiscencia romana fue el hallazgo de un As de Bronce encontrado en Banduxu.

En la época medieval Proaza fue centro estratégico en la comunicación entre Asturias y la meseta central, cobrando gran protagonismo en diversas ocasiones. Los caminos elegidos para el trayecto eran a través de la Mesa, de la que aún se conservan tramos de la antigua calzada, y a través de Quirós cruzando el Puerto de ventana. Además, todavía perduran en el concejo varias torres medievales que prueban el lugar estratégico del territorio.

De la etapa de la Monarquía Asturiana se cree que Proaza fue la tierra donde murió el Gobernador musulmán Muniza cuando estaba realizando su huida hacia la meseta por La Mesa, sufriendo una emboscada en Olalíes, donde se piensa que perdió la vida.

Las primeras noticias documentadas referidas a terrenos del concejo aparecen durante la etapa medieval, donde se producen numerosas donaciones de tierras de la zona como la de 863 en las que se
donan las tierras de Uandugio, Pruazia y Charanga.

De mención especial es el suceso acaecido con el levantamiento del Conde Gonzalo Peláez contra Alfonso VII y que resistió dos años en el castillo de Proaza, siendo derrotado en 1135. Perteneció Proaza como muchos otros concejos asturianos, a la obispalía asturiana, aunque aquí se desarrollaron movimientos en contra de este dominio eclesiástico, siendo destacables los acontecimientos acaecidos durante tiempos de Enrique II, donde el pueblo protestó de manera clara. Esta situación duró hasta el año 1581 en el que gracias a la desamortización llevada a cabo por Felipe II, Proaza se independizó de la Iglesia, constituyéndose en ayuntamiento el 16 de Julio de dicho año, quedando fuera de dicha jurisdicción los cotos señoriales de Llendelafaya y Llinares que serían incorporados en 1827. Proaza ingresa de este modo en la Junta General del Principado.

En 1812 se crea en Proazina un ayuntamiento independiente, incorporándose definitivamente y conjuntamente con la parroquia de Charanga, que dependían de Santo Adriano, a Proaza el 16 de Junio de 1859.
 
En el siglo XX Proaza siguió siendo lugar de paso del ferrocarril que unía las minas de Quirós con la fábrica de Trubia y del carbón de Teverga. Importante para la vida del concejo fue también la construcción de la central eléctrica acaecida por los años sesenta que dinamizó la vida económica de la zona.

VUELTA

Reiniciamos hoy la breve reseña heráldica e histórica de los Concejos Asturianos. Quisiera dedicar unas palabras de gratitud a las gentes de Asturias y Galicia que he ido encontrando a lo largo del Camino Primitivo a Santiago. Su amabilidad, disposición y preocupación por hacer agradable el camino a los peregrinos es impagable.

Muchas Gracias a todos.