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jueves, 30 de junio de 2011

Concejos Asturianos LV












PESOZ.

Su escudo es medio partido y cortado. En el cuarto superior izquierdo, sobre campo de azur, está representada la Cruz de los Ángeles en referencia a su pasado eclesiástico.  El cuarto superior derecho, representa a una torre flanqueada por dos espigas, de la que sale un cuervo coronado de una corona nobiliaria (cuerno de la abundancia). Este cuartel simboliza el poder que tenía el Concejo de Castropol en buena parte del occidente Astur. En la parte inferior, vemos un castillo de piedra flanqueado en la puerta por un busto de hombre , tocando un cuerno de caza de plata. Este último cuarto representa las armas de la familia Ron. Al timbre corona de Príncipe de Asturias.


Reseña Histórica.

Se tiene constancia que el territorio de Pesoz estuvo ocupado desde tiempos remotos, como lo demuestran los castros de Santa Cruz y San Isidro, los cuales nos mostraban el sistema que tenían para defender los asentamientos y que no era otro que el hincamiento de lajas de pizarra. Se sabe que estos castros comenzaron en el neolítico, siguieron en la edad del bronce para tener su apogeo en la edad del hierro.


Hay indicios que en la época de la romanización existían la zona explotaciones mineras, lo cual aparece toponímicamente documentado en As Furadías y Brañavella.


Sin embargo, no es posible disponer de datos tanto de la época visigoda como del periodo de la monarquía asturiana. El primer documento medieval del que se tiene constancia es el que se refiere a la donación hecha por parte de Alfonso VII al obispo de Oviedo, de unos territorios comprendidos entre los ríos Eo y Navia y que se tenían como parte integrante de Castropol, hecho éste que da lugar a duda, ya que en otra donación efectuada por Fernando II, éste lo asocia a Grandas de Salime. Esta situación de estar bajo jurisdicción episcopal se mantiene durante el bajo medievo y principio de la edad moderna, llegando a su fin en la época de la desamortización realizada por Felipe II en 1580, el cual vende los terrenos a Alonso de Navia Bolaño, provocando una respuesta airada por parte del pueblo, que no lo acepta y recurre la venta, no resolviéndose la situación hasta 1585, en el que se da la razón al pueblo. El otorgante es Alonso del Camino bajo los auspicios del representante real Gutierre de Navia y Mon. En octubre de dicho año se aprueban las primeras leyes y ordenanzas concejiles y nace el concejo ya desligado de la supervisión obispal. No obstante, a la hora de ir a la junta general del Principado, lo haría bajo auspicios de Castropol. Estas ordenanzas no fueron modificadas hasta 1779 en las cuales se le fue concediendo al pueblo mucho más protagonismo.


Ya en tiempos más cercanos, debemos comentar las consecuencias que sufrió el concejo con la guerra de la Independencia contra las tropas francesas, en la cual se sufrieron invasiones a cargo del general Bonet y el general Ney en 1809. De las guerras Carlistas destacar que Pesoz se convierte en lugar de paso de las partidas de Casariego y Méndez.


En el siglo XX destacaremos la incidencia que tuvo para el concejo la construcción del embalse de Grandas que afectó positivamente sobre su población y que al acabarse provoco un descenso demográfico, con unas consecuencias económicas y sociales muy negativas para el concejo, del que se espera pueda salir dentro de muy poco tiempo, ya que el municipio cuenta con recursos como para poder afrontar el futuro con un mayor optimismo.

miércoles, 29 de junio de 2011

Concejos Asturianos LIV












PEÑAMERA BAJA.

Escudo cortado. 1º, una cordillera en plata y al lado siniestro la Cruz de la Victoria. 2º, armas de la ciudad de Santander.

Reseña Histórica.

La historia de Peñamellera Baja es básicamente la misma que la de su vecina la Alta hasta que se realizó su escisión en 1869. No obstante hay que comentar algunas cosas referentes sólo al denominado anteriormente cueto bajo, así como mencionar las que pasaron conjuntamente.


De la época prehistórica son de destacar los descubrimientos encontrados en Panes y sus alrededores. La cueva de La Loja nos muestra diversos útiles líticos deparándonos un importante conjunto de arte parietal correspondientes a la edad magdaleniense y en la que podemos disfrutar de grabados de animales como los caballos y bisontes.


La primera prueba documental de Peñamellera data de 1032, fecha en la cual se intercambiaron los condes de Piniolo y Aldonza y el rey Leones Vermudo III territorios, cediendo los primeros la mitad de Peñamellera. Tras incorporación total al reino del territorio el rey Fernando II desposeyó a Asturias de estas zonas para incluirlas en el reino de León aunque eclesiásticamente todavía dependiera del obispado de Oviedo.
 

En 1340 el rey Alfonso XI otorga al pueblo de Peñamellera el fuero mediante el cual las gentes del concejo podían nombrar a sus representantes sin tener que acudir a los emplazamientos de Santillana. Aparecen entonces varios poderes señoriales como los de Aguilar, que ostentaron también el señorío de Peñamellera. Esta señoralización trajo consigo la aparición de torres señoriales y la patrimonialización de los cargos públicos. Dentro de esta señoralización encontramos las torres de Colosia y de Siejo. Es durante esta época del bajo medievo cuando aparece por primera vez la intención de dividir el valle en dos unidades administrativas, el alto valle y el bajo.


En la edad moderna el valle de Peñamellera formaba parte de la mancomunidad de los cinco valles de la comarca de Burgos. Entre 1514 y 1522 formó parte junta con San Vicente de la Barquera de una jurisdicción independiente. En 1749 fue agregado a la intendencia de Burgos y Bastón de Laredo, y estuvo presente en 1778 en la formación de la provincia de Cantabria. A pesar de esto siempre se mantuvieron las vinculaciones históricas con Asturias como lo demuestra la presencia de Panes en la junta General del Principado en 1584.


Siempre la ganadería y la agricultura estuvieron presentes en la vida del valle, quedando eximidas sus gentes de los impuestos derivados de la venta del ganado gracias a un privilegio que les fue concedido por el rey Carlos II.
 

La capital del valle se establecía en su cueto bajo, en Abándames. Cada cueto, el alto y al bajo tenían un regidor, un juez noble para cada uno y otro para el valle en general. La población era una mezcla de señores rurales y una mínima nobleza de ilustres alcurnias.
 

El valle sufrió también las consecuencias de la guerra de la Independencia siendo ocupado por las tropas francesas en 1809 cuando el coronel Gauthier rompió la vigilancia del río Deva e invadió el concejo regresando en 1810. En 1833 se devuelven los terrenos a territorio asturiano, y empiezan a aparecer las discusiones para la capitalidad del mismo entre Alles y Abándames. En 1869 se separan administrativamente los dos cuetos quedando Abándames como capital del valle bajo. Esta situación perduró hasta 1890, momento en el que es trasladada la capitalidad a Panes, localidad que experimento un aumento progresivo en la población.


También del valle bajo fue característica la emigración de jóvenes a América, invirtiendo años más tarde sus fortunas en forma de casonas, palacios, escuelas y diversos servicios que benefician a todo el pueblo, como fueron las mejoras en carreteras y la traída del agua. Durante la contienda civil Española destacar que el cueto bajo contó con la resistencia del ejército republicano bajo órdenes de Manolín Álvarez, siendo conquistada la zona el 9 de septiembre de 1937 por las tropas Navarras con ayuda de la legión Cóndor.

sábado, 25 de junio de 2011

Concejos Asturianos LIII













PEÑAMERA ALTA.


Escudo cortado. 1º, armas de la ciudad de Santander. 2º, una cordillera en plata y al lado siniestro la Cruz de la Victoria. 


Reseña Histórica.


Separada de su vecina la Baja en 1869, Peñamellera Alta compartió destino histórico con esta y con el concejo de Ribadedeva, siendo dichos territorios apartados del territorio astur en 1230, para ser devueltos a su jurisdicción en 1833.

Las primeras muestras humanas que aparecen en Peñamellera pertenecen al arte parietal del paleolítico superior, siendo encontradas en diversas cuevas como la de Coimbre, Subores y sobre todo la de Llonín, en la cual podemos admirar grabados y figuras de diferentes animales como caballos, ciervos, bisontes. También hay signos y hasta una representación humana femenina. De la época neolítica son los hallazgos encontrados en la Portilla cerca de Turbina, en la que se encontraron restos cerámicos y un túmulo. De la edad del bronce es una punta de una lanza descubierta en Trescares así como diferentes materiales encontrados en Llonín y Coimbre. No se encuentran descubrimientos que nos muestren algo de la época prerrománica y románica.

Del periodo de la monarquía Asturiana se cree que pertenecen los descubrimientos encontrados debajo del templo de San Pedro de Plecín, y que según parece correspondía a otra iglesia. La primera prueba documental de Peñamellera data de 1032, fecha en la cual se permutaron los condes de Piniolo y Aldonza y el rey Leones Vermudo III territorios cediendo los primeros la mitad de Peñamellera. Tras incorporar totalmente el territorio al reino, el monarca Fernando II desposeyó a Asturias de estas zonas para incluirlas en el reino de León aunque eclesiásticamente todavía dependiera del obispado de Oviedo.

En 1340 el rey Alfonso XI otorga al pueblo de Peñamellera el fuero por el cual las gentes del concejo podían nombrar a sus representantes sin tener que acudir a los emplazamientos de Santillana. Aparecen en este momento varios poderes señoriales como los de Aguilar, que ostentaron el señorío de Peñamellera. Esta señorialización trajo consigo la aparición de torres señoriales y la patrimonialización de los cargos públicos. En este periodo de tiempo se habla por primera vez de la intención de dividir el valle en dos unidades administrativas, el alto valle y el bajo.

En la edad moderna el valle de Peñamellera formaba parte de la mancomunidad de los cinco valles de la comarca de Burgos. Entre 1514 y 1522 formó parte junta con San Vicente de la Barquera de una jurisdicción independiente. En 1749 fue agregado a la intendencia de Burgos y Bastón de Laredo, y estuvo presente en 1778 en la formación de la provincia de Cantabria.

Las actividades ganaderas y agricultoras estuvieron presentes en la vida del concejo históricamente, quedando eximidas sus gentes de los impuestos derivados de la venta del ganado gracias a un privilegio que les fue concedido por Carlos II. A partir del siglo XVIII se celebra en Ruenes la feria ganadera de Jana.

La capital del valle se establecía en su cueto bajo, en Abándames. Cada cueto, el alto y al bajo tenían un regidor, un juez noble para cada uno y otro para el valle en general. En el valle alto, el cargo de juez noble era ostentado desde el siglo XIV por los miembros señoriales de Escandon, Cossio, Mier, y Trespalacios, siendo estos desposeídos de tal privilegio en 1603.

El valle sufrió también las consecuencias de la guerra de la independencia siendo ocupado por tropas francesas en 1809 y 1810. En 1833 se devuelven los terrenos a territorio asturiano, y empiezan a aparecer las discusiones para la capitalidad del mismo entre Alles y Abándames. En 1869 se divide el valle en dos, quedando Alles como capital del valle alto. Esta etapa fue una época de emigraciones de jóvenes a ultramar, lo que se tradujo después en inmensas riquezas traducidas en enormes casonas indianas, carreteras, caminos, etc.

El siglo XX estuvo marcado por la guerra civil española siendo el valle escenario de cruentos y dolorosos combates, acabando aquí los enfrentamientos el 10 de Septiembre de 1937, con la entrada en la zona de las tropas Navarras en colaboración de la legión Cóndor. Durante la posguerra son vistos por el concejo diversos guerrilleros refugiados en las montañas de los picos de Europa.

viernes, 24 de junio de 2011

Concejos Asturianos LIII












PARRES.

Su escudo esta cuarteado en cruz. El primer cuartel, nos representa un guerrero vestido con túnica de plata, con casco y cota de mallas, empuñando un arma en su mano derecha, y sujetando en la otra un estandarte. Todo ello sobre un fondo de montaña. El segundo cuartel, nos muestra una flor de lis acompañada de cuatro rosas. El tercer cuartel, nos ofrece un águila de sable en su cortado de arriba, y un jaquelado de oro y gules, cargada de cuatro corderos de plata, en su parte baja. Por último el cuarto cuartel, nos enseña dos palmas puestas en aspas surmontado de una corona real abierta.

Estos cuarteles simbolizan lo siguiente:
En el primero se representa su dependencia de Cangas de Onís. El segundo hace referencia al escudo de la familia González de Argandona que levantaron el pendón concejil. El tercero hace referencia a Estrada y Cordero de Nevares, familia que ostentaba el señorío del coto de las Arriondas. Y el cuarto es la Real Comunidad de San Pelayo de Oviedo, por su señorío en el coto de Llames de Parres. Del mismo modo que la mayor parte de los escudos municipales asturianos, el actualmente empleado por el ayuntamiento es una copia exacta del que inventaron para el municipio los historiadores Bellmunt y Canella en su obra "Asturias", careciendo de sanción legal conocida.


Reseña Histórica.

Gracias a los yacimientos arqueológicos más antiguos que se encuentran en el concejo, podemos decir que estos son de la época paleolítica inferior y media. Dentro de estos descubrimientos nombraremos a los hallazgos de La Riega, Rubiones, La vega y Bada. Del paleolítico superior son los descubrimientos solutrenses de Vega Benay, y sobre todo los aparecidos en la cueva de El Taragañu, en las proximidades de Arobes. En dicha cueva son de gran valor los instrumentos líticos y óseos encontrados. De la época neolítica y de la edad del bronce también hay hallazgos en Fresnidiello, las cuevas de El Greyu y la Peruyal.

Siempre se tuvo la idea que el Sella era la división que separaba a los pueblos Cántabro y Astur, pero esto quedó en duda al aparecer unas lápidas en Fuentes y Santo Tomás de Collía que pertenecían al pueblo Orgenomesco, que era una etnia del Cántabro.

De la época medieval hay que destacar los recintos fortificados de La Forcada y Mancobio, aunque estudios recientes señalan que tales recintos no pertenecen a dicha época, y los incluyen en tiempos posteriores.

En el siglo X Parres pertenecía a la provincia Premoriense y en los siglos XI y XII se cree estaba incluido en territorio de Aguilar (Llanes). El primer documento que se dispone es del año 926 relacionado con la irrupción de la iglesia en el concejo de Parres, gracias a la donación de Ramiro II de unas iglesias locales a La Iglesia de Oviedo.

En el año 1374, Parres figura dentro de los territorios del conde Alfonso Enriquez, hijo bastardo del rey Enrique II, y que tras las derrotas sufridas por él regresan de nuevo a poder de la corona. Durante la baja edad media se produce un afianzamiento de poder de algunas familias nobles que, en colaboración con la iglesia, da lugar a los cotos señoriales de Fuentes, Las Arriondas y Llames de Parres. En 1559 Felipe II crea el cargo de regidor del concejo de Parres, que fue para la casa de Nevares. A finales del siglo XVII y durante el XVIII, este cargo fue comprado varias veces, dando lugar a varias luchas entre el concejo y quien ostentaban el poder en él, algunas con motivo del aprovechamiento del río Sella. Durante el siglo XVIII siguen los tres cotos señoriales, si bien el coto de Llames de Parres ya perdió parte de su poder, El de Fuentes estaba en poder del pueblo y el de Las Arriondas fue vendido por la casa de Nevares a un vecino de Siero.

La primera década del siglo XIX estuvo marcada por la guerra de la independencia siendo el hecho más destacable en el concejo, la destrucción de La Real Fábrica Nacional de hoja de lata, inaugurada cuatro años antes, y que fue la primera industria conocida en el concejo. En 1827 se produce un hito histórico en el concejo con la desaparición de los tres cotos, unificando administrativamente los concejos y trasladando la capital del concejo a Arriondas. La segunda mitad del siglo fue importante para la zona gracias sobre todo a las comunicaciones por carretera con Oviedo, Santander y Covadonga. La llegada del siglo XX trae la línea de ferrocarril a de Oviedo a Arriondas, concretamente en 1903, enlazando dos años mas tarde con Llanes y completando definitivamente la línea Oviedo-Santander. Todo esto, unido con la llegada de los capitales indianos supone un enorme auge para todo el concejo.

Fue Parres concejo pionero en el disfrute turístico, siendo de destacar en 1930 el primer descenso del Sella, principal fiesta y acontecimiento del concejo. A partir de 1931 se entra en una época recesiva en el concejo que culmina, como en el resto del estado, en la contienda civil, siendo Parres territorio republicano hasta la caída en octubre del 37 por las tropas Navarras. A excepción de la capital, el concejo sufre un proceso emigratorio importante durante los 60 y 70. Arriondas, sin embargo, se ha convertido en centro neurálgico del oriente destacando sobre todo el Hospital del oriente de Asturias que cubre las necesidades del oriente Astur.

jueves, 23 de junio de 2011

Concejos Asturianos LII













OVIEDO.


Sobre un fondo de azur se pude ver la Cruz de los Ángeles engalanada con piedras preciosas, y siendo adoradas por dos ángeles en posición arrodillada. Todo ello rodeado por unos bordes plateados en los que se encuentra unas letras mayúsculas romanas que dicen: MUY NOBLE-MUY LEAL, en la parte izquierda, BENEMÉRITA, en la zona superior, INVICTA-HEROICA, en su lado derecho, para rematar con BUENA en su parte inferior. El conjunto de ambas cosas queda rematado con una corona real de oro y piedras preciosas.


Reseña Histórica.



Ya desde tiempos prehistóricos las tierras de Oviedo fueron colonizadas. Así de la etapa paleolítica se sabe que hubo asentamientos humanos en torno a las márgenes fluviales y que se refugiaban en cuevas y cobertizos donde dejaron restos históricos de mención, tanto a nivel de útiles y utensilios como a nivel de arte parietal. Yacimientos importantes de estos hallazgos prehistóricos son los de La Lluera, Las Caldas o La Viña. Del neolítico también se tiene constancia de diversos hallazgos, como los campos tumulares encontrados en las faldas de la sierra de Fayeu en Olloniego.

De los asentamientos castrenses, personas expertas en Historia han llegado a localizar en el concejo hasta 16 castros, ubicados en su mayoría en las estribaciones del Naranco y en los valles del Nalón, del Trubia y del Nora. De su etapa cronológica poco se puede afirmar ya que no se han realizado excavaciones que nos lo aclaren, aunque se cree que pertenecían a la época de la dominación Romana o la anterior a ella. De la colonización romana se sabe que estos habitaron en las proximidades de la ciudad de Oviedo como así lo demuestran varios topónimos, trozos cerámicos y diversas estelas romanas encontradas en el monte Naranco.

La primera referencia de Oviedo como ciudad, data del año 741 cuando un grupo de monjes se establece en la colina de Oveto. Allí fundan el monasterio de San Vicente, donde empieza a rodar esta ciudad, que empezaría a ser destruida y saqueada por ataques musulmanes años mas tarde.

Derrotados los pueblos invasores es elegida Oviedo como nueva capital del reino Astur por Alfonso II, hijo del rey Fruela I, en el año 808, dotando a la ciudad de grandes palacios, iglesias y numerosas obras públicas, labor que sería continuada por Ramiro I, Ordoño I y Alfonso III. De la etapa de reinado del monarca Ramiro I hay que destacar la construcción en las faldas del Naranco de una iglesia dedicada a Santa María, rodeándola de palacios hermosos. Esta labor queda interrumpida por los hijos de Alfonso III al trasladar al reino de León la capitalidad, perdiendo la ciudad gran parte de su esplendor, no recuperándola hasta el año 1075 cuando Alfonso IV impulsa la peregrinación a Oviedo, concretamente a la Cámara Santa y haciendo de la ciudad parada obligada en el peregrinar a Santiago.

Fue el perder el rango de capitalidad la ciudad lo que ocasionó ciertos aires secesionistas, causa por la cual es desterrada de Asturias la hija bastarda de Alfonso VII Doña Urraca.

Los siglos XII y XIII, son de gran desarrollo y crecimiento al proteger foralmente los derechos de Oviedo, regulando la elección de munícipes y jueces y creando nuevas leyes que impulsan el tráfico comercial. Sin embargo, poco dura esta nueva época de florecimiento al volver a aparecer los enfrentamientos durante los siglos XIV y XV, que vuelven a sumir la ciudad en la sombra.

Es en esta época, no obstante cuando aparecen en Oviedo dos elementos fundamentales para la región como son la institución del título de Príncipe de Asturias al heredero de la corona, y la conformación de la junta general del principado de Asturias, lugar en el cual se reunían las personas representantes de los concejos y villas y defendían los intereses de las gentes asturianas. Desde entonces Oviedo es capital del Principado de Asturias.

Se completa la red de alcantarillado de Oviedo en 1500, una obra realmente importante para el futuro de la ciudad, se inaugura la universidad por el padre Valdés Salas en 1608, y se finalizan las obras de las carreteras a Gijón (1779) y Mieres(1781) dando a la ciudad unas salidas dignas de su capitalidad.

Oviedo sería la primera capital en declarar la guerra a Napoleón en 1808, erigiéndose la junta general como representante de la soberanía popular, dando lugar a importantes saqueos y luchas que no terminarían hasta el año 1812. De las batallas Carlistas, Oviedo también fue intento de ocupación por parte del General Carlista Gómez en 1936.

Se comienza a realizar la que será la gran arteria de la capital (la calle Uría) en el año 1874, y se inaugura uno de los mayores y lujosos teatros del reino (el Campoamor) en 1892. Es en esta época y aprovechando la creación de un gran parque en el solar del antiguo convento de San Francisco, cuando se traslada el centro de la ciudad hasta la confluencia de la calle Uría, creando de Oviedo una ciudad moderna y lujosa en el centro y obrera en la periferia.

De los acontecimientos sucedidos en el siglo XX, Oviedo se convirtió en referencia muchas veces de las tensiones sociales que agitaban las vidas en las zonas mineras y obreras, viviendo en sus carnes la revolución de octubre de 1934, al ser prioritario para los grupos revolucionarios la toma y control de la ciudad. Del mismo modo son reseñables los acontecimientos que sucedieron en la ciudad durante la guerra civil y el asedio a la que fue sometida durante quince meses, quedando destrozado gran parte del mobiliario civil y monumental que serían reconstruidos años mas tarde.

A partir de estos sucesos la ciudad iría poco a poco recuperando su esplendor hasta llegar a nuestros días, en los que podemos comprobar que Oviedo es una ciudad moderna que ha sabido adaptarse a los cambios convirtiéndose en un lugar agradable para visitar y habitar. 

miércoles, 22 de junio de 2011

Concejos Asturianos LI











ONÍS.

El escudo está dividido en dos cuartos: En el cuarto superior, sobre fondo montañoso, una fila de guerreros que representan a quienes protagonizaron la gesta de Pelayo. En el inferior, también sobre fondo montuoso, la figura de Don Pelayo, con corona y manto Real, empuñando en una mano una espada y en la otra la cruz de la Victoria con un anagrama formado por las letras “M” y “A”. Este escudo fue inventado por Canella y Bellmunt para su obra Asturias, no teniendo reconocida sanción legal.



Reseña Histórica.


El territorio de Onís ya estuvo habitado en la prehistoria, como así lo prueban los yacimientos encontrados en la mina Milagro, en la cual se descubrieron hachas de silex, pico de asta de ciervo, objetos de bronce y cráneos metalizados. También son de destacar los tesoros de Gamonedo y el hacha de bronce de doble anillo procedente de una de las minas de Onís y que se encuentra en el Palacio de Taranco, en Villar.

La lápida hallada en los alrededores de la capilla de Santa Marina de Gamonedo, adornada con un caballo y con la inscripción FLA VIN, nos demuestra la romanización sufrida por los pueblos primitivos. Así mismo cabe destacar un jarro ritual que apareció en la misma mina con una inscripción visigoda, lo que demuestra que también estos pueblos estuvieron asentados en el territorio.

También pasó por el concejo el pueblo árabe, que fue expulsado y huyó rumbo a Liébana. Este hecho queda reflejado en el escudo del concejo que representa a la gente del pueblo luchando.

En el siglo XIV Onís es representada por Pedro Suárez en la reunión de Oviedo para apoyar al Rey Don Pedro frente a su adversario Enrique de Trastamara. Es en este siglo cuando aparece documentada la única parroquia de Onís, la de Santa Olalla de Onís.

Onís figura por primera vez como alcaldía en 1504 y por primera vez representado en la junta General del Principado en 1594, teniendo como representante a Juan González de Acebos. En 1582 tiene lugar una reunión para remarcar y señalar los límites de los concejos de Onís y Cangas, que promueve el Alférez Mayor de ambos concejos.

Aparecen ya documentadas en 1752 dos parroquias más anexadas a la de Santa Olalla, que son las de La Robellada y la de Demués. Durante la invasión francesa del siglo XIX, fueron varias las veces en la que el pueblo invasor se adentró en el concejo, quedando habilitada la capilla de San Roque y sus alrededores como cementerio y la casa de Cebos como el hospital. Hay que destacar en sus luchas contra la invasión francesa a los guerrilleros Escandón y Porlier.

Onís sufriría los intentos anexionistas por parte de Cangas de Onís, negándose el ayuntamiento a tal empresa y conservando su independencia.

Los últimos acontecimientos de importancia en el concejo son el incendio del archivo municipal durante la tercera guerra carlista y los graves destrozos que sufre el territorio a causa de la guerra civil . En los tiempos modernos, el concejo de Onís se ha ido consolidando como uno de las zonas más tranquilas para el descanso, ayudado todo ello por los bonitos paisajes que nos ofrece. 

lunes, 20 de junio de 2011

Concejos Asturianos L













NOREÑA.

Terciado en faja. 1º, jaquelado de quince piezas, ocho son de gules y siete de veros (Álvarez de las Asturias).2º, de plata, tres fajas de azur y bordura jaquelada de plata y sable (armas del obispo D. Gutierrez de Toledo, primer obispo de Oviedo que fue Conde de Noreña).3º, de azur, la Cruz de los Ángeles. Al timbre, corona condal superada de un capelo episcopal, de color púrpura y forrado interiormente en sinople, y partiendo de él y envolviendo los laterales del escudo salen dos cordones con seis borlas a cada lado, de lo mismo.

Reseña Hitórica.

No podemos establecer exactamente que hubiera vida prehistórica en el concejo, pero podemos intuir que sí poblaron el terreno dado los descubrimientos donde se encontraron yacimientos paleolíticos y asentamientos castreños. Los túmulos de La Pasera están en territorio de Noreña.

Es casi imposible determinar el origen del concejo, no teniendo documento alguno que nos hable de Noreña como tal hasta principios del sigo XII, en el que aparece por primera vez el nombre de Noreña como parte de una donación que realizan Gonzalo Peláez y su mujer Elvira Pérez. La aparición de este territorio con jurisdicción propia no comienza hasta el siglo XIV con Rodrigo Álvarez de las Asturias que será el primer conde, y el cual tenía su palacio poco más abajo de la iglesia actual.

A la muerte de éste, su hijo adoptivo, el futuro Rey Enrique II de Trastámara, hereda todos sus territorios en Asturias, siendo estos heredados nuevamente por su hijo bastardo Alfonso Enríquez. Fue éste un periodo de luchas y acaudillamientos del conde Alfonso primero contra su padre y después contra su hermano el Rey Juan I el cual le confiscó todos los territorios cediendo el condado de Noreña al Obispo Gutiérrez, en 1383, decisión esta que no gusto nada a la población del condado.

A partir de este episodio, todos los sucesores del obispo fueron condes efectivos de Noreña, teniendo plena facultad para nombrar alcaldes, cobrar impuestos y manejar la vida política y económica del condado. Esta situación dura hasta 1826 en el que empiezan a llegar a España las repercusiones de la revolución Francesa y son eliminados por decreto todos los poderes que los obispos tenían en Noreña. Es después de este suceso cuando Noreña pierde su identidad como territorio siendo absorbida por Siero hasta finales de1833, en la que recobró la independencia. El título de conde de Noreña fue otorgado de manera honorífica y simbólica desde este momento a los obispos de Oviedo, siendo el último obispo y conde monseñor Francisco Javier Lazurica y Torralba 1954, quien en 1954 fue nombrado Arzobispo de la diócesis. En 1964 le sucedió en el cargo monseñor Vicente Enrique y Tarancón; el primero que hubo de renunciar al título de Conde de Noreña.
 

viernes, 17 de junio de 2011

Concejos Asturianos XL












NAVIA.

Escudo partido. Primero, en campo de azur, un castillo, donjonado, de oro, en punta de un monte, en su color; segundo, de sinople, una banda de gules, engolada de dragantes de oro, que es de Anleo.

Reseña Histórica.


4.000 años antes de Cristo, ya habitaba en el territorio un elemento humano familia del neandertal, que vivía conforme a sus costumbres prehistóricas. Fue en el año 600 a.c., cuando aparecen en suelo naviego los primeros pueblos celtas procedentes de centro Europa, llegaron mandando e imponiendo sus costumbres a las gentes del territorio haciendo la convivencia algo difícil. Aparecen en esta época las agrupaciones humanas en los castros que tienen gran valor arquitectónico y los cuales representan en nuestros días importantes monumentos.
 

Es durante la coexistencia en la zona de la tribu celta de los Albiones cuando se tiene referencia del primer asentamiento humano en la margen derecha de la ría de Navia cuyo nombre viene dado por la admiración y tributo que los pueblos primitivos daban al agua, que era un elemento sagrado.


Existe una gran sombra, históricamente hablando, durante el tiempo que transcurre entre la desaparición de la forma de vida celta, hasta el nacimiento de los primeros núcleos urbanos medievales. Aparecen nuevos cambios en la sociedad y nuevos hábitos de vida que van a aportar innovadores elementos culturales. La época romana (siglo I a.c.), así como la visigótica (siglo V a.c.) son de clara muestra en este cambio anteriormente reseñado.
 

Después de la batalla de Covadonga, el nuevo reino se divide en territorios con los consiguientes condados, gobernadores, jueces..., nombrando los monarcas a gente en la que delegar sus poderes en esos territorios, lo que ayuda para que surjan las clases nobles, los cuales durante los siglos X, XI y XII acaparan grandes dosis de poder y de fortunas. Es en esta época cuando aparecen las primeras iglesias y monasterios en la zona (Santa Marina de Vega, San Salvador de Piñera, San Martín de Siloyo), las cuales desempeñan una función administrativa y religiosa.

Es en el siglo XII cuando se aglutinan las llamadas "Villae" en pueblos, creándose las primeras Jurisdicciones y apareciendo por primera vez a figurar los distintos concejos. El de Navia comprendía los territorios de Villayón, La montaña, y la propia Navia, situación esta que se mantuvo hasta el siglo XIX.
 

La primera noticia documentada de Navia data del siglo X, y se refiere a una donación hecha al obispo de Oviedo de unas tierras en Andés. Durante los siglos XI y XII tiene lugar una mejora económica en la zona debida a una gran acumulación de tierras, ganados y fortunas monetarias por parte de los señoríos.
   

El siglo XIII, Navia no es ajena a la política de desarrollo y repoblación que se da en todo el territorio, concediéndole el Rey Alfonso X " la carta puebla " en 1270. Los siglos XIV y XV son etapas de gran recesión en todos los sentidos debido en gran medida por las catástrofes climatológicas que acaban con cosechas y ganados, y por las incesantes luchas dinásticas, haciendo cundir la delincuencia y el terror.

Los siglos venideros (XVI y XVII) estuvieron marcados todavía por la gran penuria económica heredada del siglo anterior, aunque también aparecieron nuevos problemas para la sociedad como fue la lucha contra los piratas y corsarios ingleses y franceses.
 

El siglo XVIII trae consigo una mejora en la situación económica del concejo debido a la expansión de los cultivos y plantaciones, el incremento de la producción de carne y la diversificación de oficios y artesanías.
 

La invasión Francesa del siglo XIX altera la vida social en toda Navia, ayudando la gente del concejo a echar del territorio a los pueblos invasores. Entramos en una gran época de prosperidad económica gracias a los burgueses adinerados y a los emigrantes de ultramar. A ellos es debido la mejora de las comunicaciones, de las infraestructuras y en general del nivel de vida de las gentes del concejo durante finales del XIX y comienzos del XX.
 
Es a finales del siglo XIX cuando se emancipan los territorios de Villayón y La Montaña dejando el concejo de Navia como es en la actualidad.

jueves, 16 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXIX












NAVA.

Cortado y medio partido. Primer cuartel cortado, jaquelado de oro y veros. Éste está formado por las armas de la familia Álvarez de las Asturias, que forma también parte de numerosos escudos de Asturias y León. Segundo cuartel partido, dos palmas de oro puestas en aspa, surmontada de una corona real. Estas son las armas del Real Monasterio de San Pelayo de Oviedo, al que perteneció parte del concejo de San Bartolomé, hoy integrado en Nava. Las dos palmas y el campo rojo simbolizan el martirio de San Pelayo, sus restos están en una urna bajo el altar mayor de la iglesia del convento. La corona hace alusión al carácter real. Tercer cuartel, un castillo almenado con tres flores de lis, con una rama saliendo de una de sus ventanas posado sobre ella un halcón, situado al lado siniestro del cuartel. Estas son las armas de la familia Posadas, titulares del Señorío de Tresalí. Al timbre corona real, cerrada.

Reseña Histórica.


Sus primeros hallazgos son del Paleolítico con restos de materiales líticos encontrados al aire libre. Se ha encontrado también un túmulo aislado en esta zona concretamente en Pasaes, siendo éste el único catalogado, aunque han aparecido más pero están sin datar. También han aparecido hachas de bronce en Prumedo, dos de doble anillo, una con un solo asa y otra con talón pero sin anillos. Su cultura castreña está bien representada por tres castros. La Cogolla en Cesa, El Castiello de Salas en Polanava y la Forca en Viobes, han aparecido otros restos que no han sido ni excavados. Sus restos romanos no son de gran abundancia, son restos numismáticos y de cerámica.

De su época medieval y en sus primeras fechas, sabemos que había unas tierras denominadas Nava. Será alrededor del siglo XII, cuando empezamos a encontrar documentación sobre unas donaciones que incluían un lugar llamado Salas de Nauna. También encontramos noticias sobre un monasterio de San Bartolomé. Durante el siglo XIII ya aparecen señoríos laicos con influencia en esta zona, como la Casa de Noreña y también influencia religiosa como la iglesia de Oviedo, el monasterio de San Vicente y San Bartolomé de Nava que extenderán sus influencias no solo por este concejo, sino por los vecinos, este monasterio fue muy favorecido por la casa de Noreña. Fue Alfonso X el que funda la puebla de Nava a la que dota con el fuero de Benavente con los privilegios de un mercado semanal y otros beneficios convirtiéndose en el principal vértice económico y administrativo. Esta puebla de Nava no consiguió su objetivo, en parte debido a la influencia monástica de San Bartolomé. Este concejo pasa por diferentes manos, la casa de Noreña, al conde de Trastamara futuro Enrique II, que se la cederá a su hijo bastardo el conde don Alfonso que tuvo continuas rebeldías contra la corona, hasta su derrota que significo el regreso de estas tierras a la corona.

En el siglo XV hay una familia que empieza a destacar, la Casa de Nava que tendrá continuos enfrentamientos con otras Casas para obtener su hegemonía sobre estas tierras. Los monasterios de San Bartolomé de Nava y Santa María de Villamayor son anexionados por el monasterio de San Pelayo de Oviedo. Hubo diferentes focos de lucha entre el coto eclesiástico y la Casa de Nava, siendo el propio corregidor el que pusiera freno a estos enfrentamientos, aunque los problemas continuaron durante los siguientes siglos.

En el siglo XVIII, había sólo dos cotos, el de San Bartolomé y el coto de Nava. Hay que destacar las duras condiciones de vida en esta época, reflejados en los episodios epidémicos que asolaron el concejo.

En el siglo XIX, la guerra de la Independencia tuvo una incidencia local. En las guerras carlistas destaca el ataque a Nava, obra de la partida tradicionalista de Faes. Lo más reseñable fue la abolición de los cotos y su incorporación a la legislación ordinaria. En este concejo el desarrollo minero tuvo un carácter marginal. Se inaugura el tramo de ferrocarril Oviedo-Infiesto que pasa por Nava. En esta época es un concejo con una gran expansión ganadera.

En el siglo XX, este concejo es de tendencia conservadora, en parte debido a su ambiente rural. Esto se vio roto por la revolución de octubre de 34, del que hay que destacar el levantamiento de gentes del campo y de las fábricas atacan el cuartel de la Guardia Civil e incendian la casa rectoral y la de un terrateniente. Tras la derrota algunas partidas siguieron hostigando al régimen franquista por una década. El resto del siglo Nava tiene un carácter marginal en lo referente a la industrialización, especializándose en el sector lácteo. Se la considera una de las capitales asturianas de la sidra junto a Villaviciosa.

miércoles, 15 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXVIII













MUROS DEL NALÓN.


Escudo cuartelado. Primer cuartel, seis cuervos en sable puestos en dos palos de tres. Estas son las armas pertenecientes al concejo de Pravia, que a su vez son las de los linajes de Cuervo y Arango. Segundo cuartel, cinco lises puestas en aspa. Son las armas de la familia Rua que, junto con la familia Cienfuegos, fundaron la capital del concejo. Tercer cuartel, cinco bustos de doncellas, puestos en aspa, sujetando sendas veneras de plata. Estas son las armas de la familia Miranda, que sucedieron a las anteriores como señores del coto. Cuarto cuartel, en gules un león rampante en oro. Estas son las armas del marqués de Muros. Al timbre corona real, abierta.


Reseña Histórica. 



Su historia está ligada hasta el siglo XIX, a los actuales concejos de Pravia, Cudillero y Soto del Barco, pues estos municipios estaban integrados en una única demarcación concejil, resultando muy difícil individualizar su evolución histórica del resto de los concejos.

No se conocen restos del paleolítico ni estructuras megalíticas. Recientes estudios ubican la aparición de un castro en su zona costera. Sí está claro que la desembocadura del río Nalón estaba habitada por los pueblos pésicos. Sí tuvo una romanización muy fuerte debido a las explotaciones mineras del oro, de este modo, en la plaza del ayuntamiento de Muros se han encontrado restos de una edificación atribuida a la época romana.

En la Edad Media se construyó la iglesia de Santa María y se habilita su céntrica plaza. Esto generará la futura villa de Muros y nos dará los primeros datos sobre este territorio integrado en Pravia. Hay diferentes donaciones como la de doña Urraca Vermúdez que dona al monasterio de San Esteban de Boca de Mar, actual San Esteban de Pravia al cenobio de Santa María de Lapedo. También aparecen otras donaciones como la de Martín Vermúdez que cede una heredad de un supuesto territorio de Muros al mismo monasterio. Será en la Baja Edad Media cuando quedará patente la integración administrativa de Muros en el alfoz de la puebla de Pravia. No sabemos ni cómo ni cuándo estas tierras se convirtieron en coto pero quedan definitivamente inscritas en las propiedades de la casa de Miranda, más tarde marqueses de Valdecarzana.

En el siglo XVIII, seguía el coto en manos del marquesado de Valdecarzana. De esta época hay muy pocos datos referidos a este concejo individualmente. Se sabe que en esta centuria se hizo un proyecto de canalización del Nalón, que tenía como meta el desembarco de la producción de carbón de las cuencas asturianas, proyecto que acabaría fracasando por las crecidas del río.

El siglo XIX, trajo grandes cambios, así en la guerra de la Independencia, las tropas francesas saquearon la localidad murense. Fue en este siglo cuando las gentes del concejo pusieron pleito contra la casa de Valdecarzana, siendo suprimido el coto en 1827 y se integraría en la jurisdicción ordinaria del concejo de Pravia. Dos décadas más tarde al coto de Muros se constituye en Ayuntamiento independiente. En este siglo se abre la carretera de San Esteban de Pravia.

A principios del siglo XX, cuenta Muros con una agrupación socialista. En 1916 el Ayuntamiento adquiere la nueva denominación oficial de Muros de Nalón. Un hecho a destacar fue en septiembre de 1934 se produce el armamento previo al proceso revolucionario, el Vapor Turquesa desembarca un importante cargamento de armas que supuestamente iban a Etiopia, quedando definitivamente en Asturias después de varios problemas. En Muros la rebelión estalla con un día de retraso respecto a otras zonas de Asturias, la Guerra Civil no cuenta con hechos transcendentes. Tras la posguerra y la instalación de ENSIDESA, este concejo experimenta un gran desarrollo industrial hasta la crisis de los años setenta que afectara a todo el sector

martes, 14 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXVII












MORCÍN.

En campo de gules, la Cruz de los Ángeles, de oro y piedras preciosas, y en cada hueco, una flor de lis de oro.

Reseña Histórica.

Sus primeras muestras de presencia humana son restos del Paleolítico inferior y Medio, encontrándose restos de la cultura achelense en la zona del Pico Castiellu. Del Paleolítico superior hay que destacar una cabeza humana que más que esculpida está acondicionada sobre un canto de cuarcita.

De época de los metales cuenta con media docena de túmulos entre los que destacaremos Monsacro, Yofren y La Forca, también tiene restos castreños pero sin excavar como el Pico Llera.

De su periodo romano, han aparecido alguna estela, monedas y restos de minas pero se duda de su autenticidad.

En el periodo del reino Astur, cuenta con un relato legendario que relata el traslado en el siglo XIII de las reliquias que se custodiaban en San Salvador traídas desde Toledo, donde habían llegado procedentes de Jerusalén. Empezamos a encontrar documentación a partir del siglo X, así hay diferentes donaciones a la iglesia de Oviedo de tierras de este concejo, destacando donaciones como la que hizo la viuda del conde Gundemaro Piniolizo o las hechas por la reina Urraca de la villa de Argame a la iglesia de Oviedo. Hasta el siglo XII, no encontramos la primera referencia a Morcín, pero es de suponer que por esta fecha tuviera un carácter globalizador, que debía de ser parte de la extensa jurisdicción que la Mitra ovetense poseía en Asturias.

Durante los siglos XIV y XV, hay dos inventarios relativos a la iglesia de Oviedo que incluyen el llamado coto de Morcín. Ya existía por entonces el torreón Peñerudes con una gran situación geoestratégica. Este torreón se convertirá en el centro de un coto de jurisdicción laica, autónomo del eclesiástico de Morcín, vinculado a la familia Argüelles.

Con la desamortización de Felipe II, en el siglo XVI se puso en venta el coto de Morcín, la misma ciudad de Oviedo intento comprarlo en una clara política de expansión, pero fueron las propias gentes de Morcín quienes lo compraron y en 1579 es un concejo independiente con capital en la Pola de Castandiello y en el que no se incluía el coto laico de Peñerudes. Fueron los señores de este coto, la familia Argüelles, quienes aprovechando la debilidad de este nuevo Ayuntamiento se inmiscuyeron, haciendo desafíos a la legitimidad del Ayuntamiento. Finalmente la Cancillería de Valladolid falló a favor del concejo de Morcín.

En el siglo XIX, el coto de Pañerudes se incorpora al concejo de Morcín, consiguiendo el territorio que tiene en la actualidad. Es en la segunda mitad de este siglo cuando hay una gran transformación socioeconómica. Se empiezan las excavaciones mineras en las tierras entre Morcín y Riosa, en un primer momento fue estatal y su producción se destinaba a la fábrica de Trubia, pero la construcción del ferrocarril de Langreo deja a esta cuenca en una situación poco competitiva, provocando la privatización de las concesiones.

En el siglo XX, la actividad minera y el influjo de la cuenca del Caudal ya habían marcado las ideas del movimiento obrero. La revolución de Octubre de 1934 contó con la participación minera del concejo durante la guerra Civil y estuvo en la zona Republicana hasta su caída en 1937. Su capital es trasladada a Santa Eulalia en 1939, experimentando este concejo un gran desarrollo debido a la reactivación minera, se perfora el pozo principal denominado Monsacro, este será adquirido por HUNOSA, se construye la carretera nacional 630 y las extracciones se destinan a ENSIDESA, lo que trae un gran crecimiento demográfico y de desarrollo hasta los setenta en que empezaría la crisis en el sector minero que traería una reconversión de la economía local hacia actividades ganaderas o nuevas actividades reindustrializantes, como es un nuevo sector con gran auge que es el turístico.

lunes, 13 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXVI












MIERES DEL CAMINO.

Cortado; primero, las armas de Bernaldo de Quirós. Segundo, de oro, la rueda dentada de azur y maza y martillo también de azur, y cruzados; unos y otros en situación de faja; y en punta, ondas de azur y plata. Al timbre Corona Real.

Reseña Histórica.

 
Mieres como concejo independiente, tiene una historia muy corta ya que se independizó del concejo de Lena en el segundo cuarto del siglo XIX, concentrando un mayor interés histórico en sus últimos dos siglos.

Su presencia humana se detecta desde tiempo prehistórico, han sido catalogados numerosos túmulos que están distribuidos por el río Ablaña y el valle del Cuna. Hay un conjunto de dos hachas de bronce que se atribuyen al bronce antiguo. Se han localizado varios castros aunque ninguno ha sido excavado y por tanto datado, algunos pueden que sean del origen prerromano y otros ya romanos, han aparecido monedas y restos de cerámica. El Castiello de Bustiello posiblemente fuera el primer núcleo de asentamiento de lo que luego seria Mieres, otros castros son los de Peña Taya, del que tenemos un molino de mano con decoración de tipo geométrico o El castiello de Saralía, el Picu Escucha, el de Muries.

La importancia romana debía de canalizarse por su situación de paso natural entre la Meseta y el centro de Asturias, estando la vía romana que uniría León con Lugo de Llanera y el centro portuario de Gijón principal enlace romano en Asturias. Sus más relevantes hallazgos han sido encontrados en la localidad de Ujo. Una de las labores más importantes desarrolladas por los asentamientos romanos, fueron las actividades mineras en la mina de Cinabrio.

En la época medieval aparecen los primeros datos, aunque algunos se consideran falsos. Aparece una donación en el 860 de Ordoño I a favor del Obispo leones que incluye una iglesia en la villa de Ujo o que el monasterio de San Vicente de Oviedo adquiere propiedades correspondientes al actual concejo de Mieres. En esta época la vía romana tuvo su continuación como ruta comercial asturiana y de camino de Santiago de Compostela, pues su variante asturiana eran los actuales términos de Ujo, y desde aquí su siguiente villa era Mieres apellidada del Camino en algunos documentos medievales. En 1189 hay una donación de Gundisalvo Petri al monasterio de San Vicente de Oviedo de la alberguería de Mieres. Esta zona era muy peligrosa con bandidos, llegando en el siglo XIV a una gran situación de peligro, teniendo que poner el concejo de Oviedo algo que llamaríamos hoy en día labor policial desde la villa de Mieres hasta cerca de Oviedo.

Durante los siglos XIII y XIV, la villa de Mieres y su entorno están incluidas en Lena, una demarcación ya existente desde hacia siglos, y que con la creación de la Puebla de Lena se integran unos territorios entre los que estaba incluido el municipio de Mieres. Aun así se van encontrando durante estos siglos una persistencia de los oficios concejiles restringidos al ámbito mierense. En esta época ya esta zona está marcada por los cotos tanto señoriales como eclesiásticos, hay uno que destaca y llegaría hasta el siglo XV como uno de los mayores de toda la zona seria el coto de la familia Bernaldo de Quirós.

A comienzos de la Edad Moderna, sólo hay un coto en el municipio de Mieres que escape del control de Lena y era el coto de Loredo, perteneciente al deán de la catedral de Oviedo. Con la desamortización de Felipe II este coto es vendido a las gentes de Loredo, ayudadas por el concejo de Lena donde se integraría. Es en el siglo XVIII, cuando se elaboró el Catastro del Marques de la Ensenada, el territorio correspondiente al municipio de Mieres, lo refleja como una zona prácticamente agraria, su infraestructura industrial es del tipo molinos y fraguas. La población de Mieres es lo único de carácter urbano. En esta época es cuando se instala su primera industria, aunque fue de un modo temporal y fue una sección de la fabrica de fusiles de Oviedo.

En el siglo XIX, la guerra de Independencia trajo el enfrentamiento con las tropas francesas en la vía de Pajares. Las guerras carlistas traen la muerte del cabecilla Baíno en Mieres en manos de la milicia liberal. Pero el verdadero acontecimiento para el concejo de Mieres en este siglo, fue su separación de Lena, constituyéndose en Ayuntamiento independiente. Ya en 1844 se instala la Mining Company con capital inglés para la explotación hullera de la comarca, estas explotaciones pasarían por diferentes manos y diferentes capitales extranjeros hasta 1879 en que se constituye la famosa Fabrica de Mieres S.A., estabilizándose la titularidad, sus hornos son los segundos del país en quemar carbón de coque, coincidiendo este desarrollo con la construcción de la vía férrea entre Lena y Gijón. Otras compañías aprovecharon el tirón y se sumaron a la explotación minera de la cuenca, así tenemos El Porvenir con minas de cinabrio, Hulleras de Turon S.A., La Sociedad Hullera Española. Otro avance fue la apertura de otra nueva vía de ferrocarril el Vasco-Asturiano.

En el siglo XX, se alcanzan las cuotas máximas de producción. Todos estos cambios trajeron otros, así su actividad agraria fue sustituida por la necesidad de suelo no sólo para las industrias, sino también para la construcción de viviendas para las familias obreras. Pero sin duda la mayor transformación fue en las ideas que ya se habían cultivado a finales del siglo pasado con las primeras huelgas.  Algo que destaca y marca fue La Huelgona de 1906 en la Fábrica de Mieres por la reducción de los salarios, se prolonga más de dos meses con una dura represión de despidos y desalojos de las viviendas y creando un conflicto de unas dimensiones desconocidas hasta el momento. En 1910 se crea el Sindicato de Obreros Mineros de Asturias, el famoso SOMA, estableciendo su comité en Mieres y sus primeros éxitos fueron contra los despidos. En 1917 hubo otra huelga que tuvo una fuerte represión. En 1918  Manuel Llaneza se convierte en alcalde del concejo, fue en estas fechas cuando el SOMA consigue una de sus más fuertes victorias, la jornada de siete horas en las minas. En las siguientes elecciones Manuel Llaneza logra un escaño en Madrid, siendo de especial relevancia su fallecimiento, ya que cuando muere en 1931, es honrado con una manifestación de más de 40.000 personas. La revolución del 34 fue crucial, columnas de gente obrera y de la mina encabezan la toma de Oviedo. Pero en las elecciones de 1936 la voluntad de Mieres fue aplastante con un 79,33% de votos para el gobierno del Frente Popular. La Guerra Civil de 1936 dejará la cuenca en la zona republicana, donde sus organizaciones obreras jugaron un gran papel cayendo en 1937 y con la caída del frente republicano en Asturias cayó el concejo de Mieres. Terminada la guerra aun continuarían algunas partidas querrilleras como las de los hermanos Morán. Tras los durísimas años de la posguerra, las décadas de los cuarenta y cincuenta supusieron una reactivación de la economía, hasta llegar a los años sesenta, años marcados por la profunda crisis, reestructurándose el sector y creando HUNOSA, a la que se integraría Minas de Figaredo en 1980. La industria siderúrgica no corre mejor suerte, a raíz de la construcción de ENSIDESA en Avilés, la Fabrica de Mieres, Duro Felguera y Santa Bárbara se unen y crean UNINSA. Un lustro más tarde se construye la planta industrial de Veriña en Gijón, que trae el desmantelamiento de la Fábrica de Mieres y el traslado de las familias obreras a Gijón. El declive económico es tal que en 1968 se declara Mieres "zona preferente de localización industrial" aunque tal cosa no constituye más que el primero de una retahíla de proyectos.

viernes, 10 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXV













LLANES.


En campo de gules, un león rampante, de oro, linguado y armado de azur, y en el cantón diestro del jefe, una cruz patada, de plata; campaña de sinople.


Reseña Histórica.



La presencia humana en este territorio se remonta a la época del Paleolítico Inferior, de la que se tiene constancia de una serie de restos líticos aparecidos en La Riera y en la cueva de Balmori y restos del periodo Medio como los de la cueva de Arnero o del Superior como los hallados en las cuevas del Cueto de la Mina. Se puede decir que en el concejo de Llanes están representadas todas las etapas de nuestra prehistoria. De la época magdaleniense hay restos en las cuevas de: La Ribera, Balmori, etc. De la edad de hierro hay escasez de restos, así como de la época prerromana y romana donde no aparecen restos de castros, aunque sí han llegado otras muestras como una lápida dedicada a la diosa Manes.

En la Edad Media, estas tierras eran llamadas tierras del Aguilar y su centro administrativo estaba en el castillo de Soberrón, situado en la sierra de Cuera, donde aún afloran sus restos, La ordenación del territorio está repartida entre las instituciones religiosas, así el monasterio de San Salvador de Celorio del siglo XII y la nobleza local como don Alfonso Suárez y doña Cristilde figuran al frente de un gran patrimonio. Alfonso IX concede la carta puebla a Llanes como un modo de potenciar las defensas de estas tierras. Más tarde Alfonso X concede nuevo fuero a la villa. Todo el núcleo estaba rodeado por una muralla lo que indica su carácter defensivo. Dicha muralla, iniciada por Alfonso X, se termina en el siglo XV. Este núcleo se consolida rápidamente entre los siglos XIII y XIV, donde ya tenía entre 1.000 y 1.500 habitantes trasladándose a Llanes las funciones administrativas y militares. Alfonso XI les concede el privilegio de hacer dos ferias anuales, también este rey les concede su propio alfolí de la sal, ya que Llanes por estas fechas tenia un pujante puerto. Sus naves llaniscas llegaban a los puertos andaluces, portugueses, franceses, flamencos o ingleses. Este privilegio fue rescindido por los Reyes Católicos en 1493. En esta época en el termino concejil de Llanes su ganadería y agricultura era un pilar muy básico en su economía.

En los siglos XIII y XIV, este concejo mantendría relaciones de hermandad con León y Castilla como un modo de defensa hacia los abusos de la nobleza, ya que esta villa pasaría por distintas manos, así Enrique II la pasaría a su hijo bastardo don Alfonso, conde de Noreña. Después de varias disputas entre el conde y la corona, éste es vencido y el concejo de Llanes recupera su condición de concejo de realengo.

En el siglo XV, Juan II donó esta villa y la de Ribadesella a don Diego Fernández de Quiñónez, en compensación por la confiscación de otras villas suyas, esta familia sería expulsada de Asturias por el futuro rey Enrique IV debido a sus disputas constantes con la corona, incorporándose de nuevo al realengo con los Reyes Católicos en 1490. En estas fechas Llanes, sufrió dos grandes incendios.

En los siglos XVI y XVII, destaca la gran influencia del monasterio benedictino de Celorio y del gran florecimiento de la actividad pesquera y comercial que vivió el puerto llanisco.

En el siglo XVIII, la economía de la villa empezó un declinar, en parte debido a las continuas guerras y por la institución de la matrícula para la Real Armada que se llevaba a la gente del mar, para servir en la Armada Real.

En el siglo XIX, con la guerra de la Independencia las tropas francesas entraron en Llanes y las hostilidades comenzaron enseguida estando al mando de las tropas llaniscas don Blas de Posada. En 1809 las tropas francesas entraron en Llanes quemando su archivo y el palacio de los duque de Estrada. Llanes fue cayendo varias veces en poder francés durante este siglo, destacando la batalla del río Purón. El trienio liberal trajo que algunas parroquias se constituyeran como ayuntamiento independiente. A mediados de este siglo hay que destacar la gran emigración llanisca a Ultramar. El final de este siglo nos deja la realización de varias obras como el paseo de San Pedro, el hospital municipal, el mercado cubierto, etc.

En el siglo XX, la actividad industrial era escasa. Durante la Guerra Civil, se libraron importantes batallas en las cumbres de los montes llaniscos. Las tropas republicanas fueron derrotadas y el concejo mayoritariamente de derechas queda en manos de Franco. En la lucha antifranquista se significo Horacio Fernández, El Paisano, que vivió en la clandestinidad y con la llegada de la Democracia fue por dos legislaturas diputado nacional por Asturias.

miércoles, 8 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXIV













LLANERA.


Cortado y medio partido. Primer cuartel cortado, Cruz de los Ángeles de oro y piedras preciosas, soportada por dos ángeles alados. Este cuartel está formado por las armas de la Obispalía de Oviedo, ya que debido a las sucesivas donaciones de estas tierras acabó por convertirse en propietaria de ellas. Fue concejo de Obispalía hasta que Felipe II tuvo permiso del Papa para vender las tierras. Segundo cuartel partido, torre almenada en oro sostenida en ondas de plata. Esta torre representa la antigua torre de San Cucufato en la orilla del río Nora. En esta torre pidió asilo Enrique de Trastamara a Don Diego Menéndez Valdés que se lo denegó huyendo de su hermano Pedro I. Tercer cuartel, tres fajas acompañadas de diez roles cargados de crucetas, puestas tres, dos, dos, tres. Don Diego Menéndez Valdés fue perseguido por Enrique de Trastamara por haberle negado el asilo que le pidió. Este escudo es el antiguo de los Valdés que eran tres franjas a los que se añadieron las ruedas del suplicio que evolucionaron a los roles.


Reseña Histórica.


Tiene restos arqueológicos del Paleolítico Inferior y Medio. También tiene restos de estructuras tumulares de la época Neolítica. Hay restos romanos que en su primera estructura fue un castro pero la falta de excavaciones arqueológicas hace difícil su datación, los principales castros son: La Coroña, Peña Menéndez, El Canto San Pedro, El Cuetu y el Pico Cogolla, el más estudiado ha sido el Canto San Pedro que lo pone más como centro aglutinador de un territorio que con carácter defensivo.

La invasión romana hizo del territorio de Llanera una de los más importantes. Se tienen noticias del núcleo de Lucus Asturum que era un enclave administrativo importante y estaba relacionado con todas las vías de comunicación.

En la Edad Media, hay una gran cantidad de documentaciones que nos informan sobre las ventas o donaciones que hubo en este territorio. En esta época hubo varios monasterios como los de San Pelayo, Santa María de la Vega y San Vicente, pero si hubo uno que destacó fue el de la Iglesia mayor de Oviedo que va ampliando sus territorios gracias a donaciones de dos reyes, Alfonso III y Ordoño II. La culminación de su poder sobre estas tierras llegaría con las donaciones realizadas por la reina doña Urraca que dona a la iglesia de Oviedo todo el territorio de Llanera.

Durante los siglos XIV y XV, la administración de las tierras de Llanera estaban asociadas a las de Las Regueras que pertenecían al Obispo de Oviedo, éste encomendaba su administración a una persona que se llamaba el encomendero que era por lo general un noble destacando entre ellos: Don Rodrigo Álvarez de las Asturias o Pedro Menéndez de Valdés. Esta familia destaca por su apoyo a la corona y estuvieron en este cargo de encomenderos hasta bien entrado el siglo XIV. Este sistema de gobierno tuvo varios problemas que acabaron con la rebelión del siglo XV, que se conoce como la rebelión de “los excomulgados”, llamada así porque los habitantes, hartos de los abusos del encomendero, se apoderaron de su representante haciéndole objeto de vejaciones y el Obispo respondió con la excomunión de las gentes del concejo y cerró las iglesias. Esta situación duraría cuatro años hasta la muerte del Obispo, con el nuevo Obispo llegarían a un acuerdo prestando juramento de no rebelarse y se les levanta el castigo de la excomunión.

Es en el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II, es cuando el concejo pasa a incorporarse a la corona. La ciudad de Oviedo compra el territorio sin contar con la participación vecinal. Este cambio no produjo ninguna mejora para las gentes, ya que hubo continuos conflictos con el Ayuntamiento de Oviedo, estos problemas siguieron sucediendo durante los siglo XVII y XVIII, aunque de una manera diferente, ya que los lazos que unían a Llanera y Oviedo son cada vez más débiles. Esto lo encontramos a la hora de nombrar cargos ya que el consistorio ovetense tenía una potestad cada vez más reducida.

En este siglo XVIII y ya a principios del XIX, hay que destacar la guerra de la Independencia, donde varias personas del concejo fueron deportados a Francia como prisioneras de guerra. Esta zona fue un lugar de paso que se repetiría durante la guerra carlista.

En el siglo XIX, Llanera consigue su independencia de Oviedo y fija su capital en Posada, correspondiéndole el asiento número 39 en la Junta General del Principado. Algo que destaca es la importancia que va ganando este concejo como vía de comunicación y a esto se le empezó a unir una industrialización incipiente, se instalan industrias como Cerámica Guisasola, una fabrica de explosivos, explotaciones mineras en Ferroñes. Otro acontecimiento fue la instalación de la línea de ferrocarril León-Gijón que convirtió a Villabona en un importante nudo ferroviario.

En 1936 Llanera dio el triunfo al Frente Popular y tras el levantamiento el ejercito permaneció fiel a la Republica. Llanera fue tomada en octubre de 1937 al final de la guerra de Asturias, pero continuaron después algunas acciones guerrilleras. En 1960 hay un gran impulso industrializador, se inauguran el polígono de Silvota, pero la crisis de los años setenta también afectó a este concejo, con el cierre de varias industrias. Hay que destacar un resurgimiento a finales del siglo XX y empieza a instalarse un nuevo polígono industrial el de Asipo, se ubica allí también Mercasturias, y el Parque Tecnológico de Asturias, alcanzando un gran desarrollo no sólo industrial sino residencial.

martes, 7 de junio de 2011

Concejos Asturianos XXXIII













LAVIANA.

El concejo de Laviana, no tiene legalizado su emblema municipal aunque lo utiliza normalmente en todos sus documentos.

Este escudo fue inventado por heraldistas, utilizando los escudos de armas de la familia de León, que tienen una gran semejanza con los de León, el Imperio Alemán, Francia y Castilla, que decidieron ser copiados pues podían aludir a las cuatro casas de León, Castilla, Austria, y Borbón que sucesivamente rigieron el reino de España. Poniendo en medio el escudo de Asturias y las armas de los linajes asturianos de los Quirós y Álvarez de las Asturias. El escudo es cortado, pero el primer cuartel esta cuarteado.

Primer cuartel cortado y primero cuarteado, en planta león rampante coronado en oro. Primer cuartel cortado y segundo cuarteado, en oro un águila en sable. Primer cuartel cortado y tercero cuarteado, tres flores de lis en oro. Primer cuartel cortado y cuarto cuarteado, castillo de oro almenado. Estos cuatro cuarteles son las armas de la familia León. En el centro del cuarteado la Cruz de la Victoria de oro. En el segundo cortado. Segundo cortado primer partido, dos llaves con sus lunetes en gules y tres flores de lis una en jefe y dos en punta. Estas son las armas del linaje asturiano de Quirós. Segundo cortado y segundo partido, jaqueado de quince piezas de oro. Estas son las armas del linaje de Álvarez de las Asturias.

Reseña Histórica.

Las primeras muestras prehistóricas de este concejo son de la Edad del Bronce como son los túmulos megalíticos de Callacete y La Baíga y las hachas encontradas de Villoria y Tiraña. De su época castreña tenemos ligeras pistas como el castro de El Cercu, El Prau de Castiello y La Corona en Borones. Estos castros son atribuidos a la Edad de Hierro, pero no tienen una datación fija por su falta de excavación.

De su período romano hay pocas noticias fidedignas pues aunque se sitúan estructuras arquitectónicas como son el puente de Villoria o el torreón del Condado, además de explotaciones mineras, sus estudios más recientes sitúan sólo en esta zona una ruta romana que cruzaría el valle del Nalón para atravesar el puerto de Tarna.

De su época medieval hay pocas noticias también, pues algunas se consideran poco fidedignas. Lo que sí esta claro es la existencia de una demarcación con el nombre de Flaviana, cuyos representantes acuden al concilio ovetense del año 1115. En esta época un monasterio que estaba ya acaparando gran importancia era el de San Vicente de Oviedo. En estas fechas esta demarcación ya contaba con un cargo adscrito a su gobierno, teniendo ya gran importancia comarcal y regional debido a la ruta que cruzaba todo el valle del Nalón.

Fue en el siglo XIV, cuando la zona del Nalón sufre un cambio en su ordenación territorial y urbanística, así todas estas zonas se ven dotadas de un centro administrativo. La puebla que jerarquizaba el territorio de Laviana es de 1344. Se data la fundación de este villazgo a finales del siglo XIII. Como lugar de tránsito, Pola de Laviana no alcanzó gran desarrollo demográfico, pero su composición social sí marca una diferencia con su entorno agrario, así se supone la presencia en esta puebla de notario, herrero, carpintero, etc. Aparte del dominio patrimonial ejercido por el monasterio de San Vicente, también hay un influjo creciente de las familias señoriales.

En el siglo XIV, la situación del concejo de Laviana, continuaba con cotos que escapaban de la jurisdicción, estos eran los cotos de San Vicente y de Villoria, que mantendrían una estructura rural y ganadera teniendo que pagar el diezmo a sus señores y vivir bajo su jurisdicción marcada por el despotismo. Con la desamortización de Felipe II, es cuando algunos cotos son redimidos por el pueblo, como el coto del Entralgo incorporándose al concejo de Laviana, no consiguiendo otros cotos salir de las manos de sus señores, como el coto de Tiraña.

En el siglo XVIII, quedarán sólo dos enclaves en esta zona, el coto de Tiraña y el coto de Villoria. La guerra de la Independencia no tuvo especial incidencia, únicamente el paso de las tropas francesas por las rutas de Tarna y San Isidro, aquí sí hay algunos sucesos de heroísmo local. Las guerras carlistas en su tercera guerra destaca su participación ya que fuerzas armadas alcanzarían en sus correrías la mayor parte de Asturias incluyendo el concejo de Lena.

En el siglo XIX, hay nuevas transformaciones para Laviana, con el triunfo de las ideas liberales que traerían la disolución de todas las jurisdicciones señoriales y su incorporación a los respectivos concejos, así los cotos de Tiraña y Villoria se incorporan a la jurisdicción del Ayuntamiento de Laviana que adquiere la unidad administrativa que conserva hoy en día. Hay otro cambio sustancial, así el ferrocarril de Langreo se extiende hasta la terminal de Pola, lo que traerá a Laviana el desarrollo minero e industrial. Se funda la empresa Coto Musel que dejará una gran cantidad de cambios en la estructura de Laviana. Todas estas nuevas actividades produjeron notables cambios en las condiciones de vida y en las ideas ya que hasta mediados de este siglo este concejo era eminentemente agrario. Esto nos lo demuestra la crisis de subsistencia de 1834.

En el siglo XX, ya tiene una gran actividad minera. Tuvo una especial incidencia la huelga de 1917 que fue suprimida con una dura represión que no lograría debilitar las ideas del movimiento obrero. En 1934 parte de su población participa en los sucesos revolucionarios de octubre que culminarían con la toma de la capital provincial. En la Guerra Civil, Laviana queda encuadrada en la zona Republicana y será el último reducto del Frente Norte en España. Una vez concluida la guerra, las partidas guerrilleras siguieron combatiendo, destacando la de Lisardo, siendo la zona una de las que tuvo una mayor represión, dejando sus más tristes episodios. Con la política económica franquista la actividad minera tuvo una sensible reanimación y un gran crecimiento demográfico. A partir de la década de los setenta hay una profunda crisis del sector minero, lo cual trajo la creación como un intento de reestructuración de HUNOSA que con el tiempo reunió la mayor parte de las explotaciones mineras. La única actividad minera, quedó reducida al pozo Carrio y muchas personas se desplazaron a las minas de la zona baja de la cuenca.