GIJÓN.
Sobre campo de plata, la figura del infante Don Pelayo sobre una pequeña meseta rocosa, portando en la mano izquierda la Cruz de la Victoria a modo de báculo y en la diestra, paralela al cuerpo y dirigida hacia el suelo, la espada desenvainada. Además, la figura de Don Pelayo lleva manto real y casco de cuero, propio de los godos.
Reseña Histórica.
Del primer poblado del que se tiene noticia es en Campa de Torres, con un origen del siglo V a de C, poblado por astures. La creación de Gijón ya se remonta al siglo I d de C, llamada Gigia por el pueblo romano como un modo de controlar los ricos yacimientos auríferos de la zona.
En el siglo II d de C, su florecimiento quedó marcado en sus ruinas de Campo Valdés donde encontramos unos restos de baños públicos de gran refinamiento. También tuvo un gran desarrollo pesquero como nos lo demuestran los restos de una industria de salazón del pescado. También tenia un gran desarrollo agrícola y ganadero.
Hay una época muy oscura que va desde la caída del Imperio Romano hasta la Edad Media. Las siguientes noticias fueron en 1.270 con Alfonso X, que le concede la categoría de puebla, apareciendo dicha documentación en la iglesia de San Vicente de Oviedo.
El siglo siguiente estará marcado por una lucha dinástica con la muerte de Alfonso XI, alcanzando en esta época la cúspide del poder de la nobleza. Es la guerra entre Pedro I descendiente legitimo y el bastardo Enrique de Trastámara. En los años siguientes serán otra vez centro de luchas entre el conde Alfonso y Enrique III, siendo la villa de Gijón cercada, incendiada y arrasada, desapareciendo como centro urbano.
Será en los siglos XV y XVI cuando empezó a desarrollarse de nuevo, pero esto estará unido a su puerto, es cuando se construye una dársena que traerá un gran desarrollo en él trafico de pesca y en el comercio de subsistencia.
En los siglos XVII y XVIII, es cuando Gijón empieza a tener un gran desarrollo que hará que su principal núcleo expanda fuera de su casco antiguo. Fue debido a un Real Decreto que habilito el puerto de Gijón para el comercio con las colonias americanas.
El siglo XVIII, traerá un freno al desarrollo de Gijón, debido a las guerras, invasiones francesas y al desbarajuste económico de la época, esto trajo un retroceso que no cambiaría hasta las últimas décadas del siglo donde empieza a haber una mejoría en sus infraestructuras como fueron, la carretera Oviedo-Gijón. Su puerto es el mejor de toda Asturias y esto hará que pequeñas fabricas empiecen a instalarse en la villa desarrollándose ya una incipiente actividad industrial.
El siglo XIX, traerá un gran desarrollo, unido a diversos factores como la explotación del carbón, la carretera Gijón-León y más tarde el ferrocarril Sama-Gijón. Todo esto hizo que el puerto de Gijón tuviera que desarrollarse de una forma rápida, pues la intensidad del trafico desbordaba el puerto. Se construyó un nuevo puerto en 1.893 que sería el primer puerto carbonero de la Península. Esto hace de Gijón una villa industrial, con una burguesía y un desarrollo urbano, abriéndose nuevas calles y plazas. Esto trajo un gran equipamiento de infraestructuras y equipamientos municipales como la traída de aguas, recogida de basuras, alumbrado a gas y luego eléctrico, etc. Todo este desarrollo industrial dejó en la ciudad una gran cantidad de mano de obra y un desarrollo urbanístico rápido. Creándose barriadas obreras alrededor como fueron el Natahoyo, La Calzada, Tremañes, el Humedal.