PEÑAMERA BAJA.
Escudo cortado. 1º, una cordillera en plata y al lado siniestro la Cruz de la Victoria. 2º, armas de la ciudad de Santander.
Reseña Histórica.
La historia de Peñamellera Baja es básicamente la misma que la de su vecina la Alta hasta que se realizó su escisión en 1869. No obstante hay que comentar algunas cosas referentes sólo al denominado anteriormente cueto bajo, así como mencionar las que pasaron conjuntamente.
De la época prehistórica son de destacar los descubrimientos encontrados en Panes y sus alrededores. La cueva de La Loja nos muestra diversos útiles líticos deparándonos un importante conjunto de arte parietal correspondientes a la edad magdaleniense y en la que podemos disfrutar de grabados de animales como los caballos y bisontes.
La primera prueba documental de Peñamellera data de 1032, fecha en la cual se intercambiaron los condes de Piniolo y Aldonza y el rey Leones Vermudo III territorios, cediendo los primeros la mitad de Peñamellera. Tras incorporación total al reino del territorio el rey Fernando II desposeyó a Asturias de estas zonas para incluirlas en el reino de León aunque eclesiásticamente todavía dependiera del obispado de Oviedo.
En 1340 el rey Alfonso XI otorga al pueblo de Peñamellera el fuero mediante el cual las gentes del concejo podían nombrar a sus representantes sin tener que acudir a los emplazamientos de Santillana. Aparecen entonces varios poderes señoriales como los de Aguilar, que ostentaron también el señorío de Peñamellera. Esta señoralización trajo consigo la aparición de torres señoriales y la patrimonialización de los cargos públicos. Dentro de esta señoralización encontramos las torres de Colosia y de Siejo. Es durante esta época del bajo medievo cuando aparece por primera vez la intención de dividir el valle en dos unidades administrativas, el alto valle y el bajo.
En la edad moderna el valle de Peñamellera formaba parte de la mancomunidad de los cinco valles de la comarca de Burgos. Entre 1514 y 1522 formó parte junta con San Vicente de la Barquera de una jurisdicción independiente. En 1749 fue agregado a la intendencia de Burgos y Bastón de Laredo, y estuvo presente en 1778 en la formación de la provincia de Cantabria. A pesar de esto siempre se mantuvieron las vinculaciones históricas con Asturias como lo demuestra la presencia de Panes en la junta General del Principado en 1584.
Siempre la ganadería y la agricultura estuvieron presentes en la vida del valle, quedando eximidas sus gentes de los impuestos derivados de la venta del ganado gracias a un privilegio que les fue concedido por el rey Carlos II.
La capital del valle se establecía en su cueto bajo, en Abándames. Cada cueto, el alto y al bajo tenían un regidor, un juez noble para cada uno y otro para el valle en general. La población era una mezcla de señores rurales y una mínima nobleza de ilustres alcurnias.
El valle sufrió también las consecuencias de la guerra de la Independencia siendo ocupado por las tropas francesas en 1809 cuando el coronel Gauthier rompió la vigilancia del río Deva e invadió el concejo regresando en 1810. En 1833 se devuelven los terrenos a territorio asturiano, y empiezan a aparecer las discusiones para la capitalidad del mismo entre Alles y Abándames. En 1869 se separan administrativamente los dos cuetos quedando Abándames como capital del valle bajo. Esta situación perduró hasta 1890, momento en el que es trasladada la capitalidad a Panes, localidad que experimento un aumento progresivo en la población.
También del valle bajo fue característica la emigración de jóvenes a América, invirtiendo años más tarde sus fortunas en forma de casonas, palacios, escuelas y diversos servicios que benefician a todo el pueblo, como fueron las mejoras en carreteras y la traída del agua. Durante la contienda civil Española destacar que el cueto bajo contó con la resistencia del ejército republicano bajo órdenes de Manolín Álvarez, siendo conquistada la zona el 9 de septiembre de 1937 por las tropas Navarras con ayuda de la legión Cóndor.