PARRES.
Su escudo esta cuarteado en cruz. El primer cuartel, nos representa un guerrero vestido con túnica de plata, con casco y cota de mallas, empuñando un arma en su mano derecha, y sujetando en la otra un estandarte. Todo ello sobre un fondo de montaña. El segundo cuartel, nos muestra una flor de lis acompañada de cuatro rosas. El tercer cuartel, nos ofrece un águila de sable en su cortado de arriba, y un jaquelado de oro y gules, cargada de cuatro corderos de plata, en su parte baja. Por último el cuarto cuartel, nos enseña dos palmas puestas en aspas surmontado de una corona real abierta.
Estos cuarteles simbolizan lo siguiente:
En el primero se representa su dependencia de Cangas de Onís. El segundo hace referencia al escudo de la familia González de Argandona que levantaron el pendón concejil. El tercero hace referencia a Estrada y Cordero de Nevares, familia que ostentaba el señorío del coto de las Arriondas. Y el cuarto es la Real Comunidad de San Pelayo de Oviedo, por su señorío en el coto de Llames de Parres. Del mismo modo que la mayor parte de los escudos municipales asturianos, el actualmente empleado por el ayuntamiento es una copia exacta del que inventaron para el municipio los historiadores Bellmunt y Canella en su obra "Asturias", careciendo de sanción legal conocida.
Reseña Histórica.
Gracias a los yacimientos arqueológicos más antiguos que se encuentran en el concejo, podemos decir que estos son de la época paleolítica inferior y media. Dentro de estos descubrimientos nombraremos a los hallazgos de La Riega, Rubiones, La vega y Bada. Del paleolítico superior son los descubrimientos solutrenses de Vega Benay, y sobre todo los aparecidos en la cueva de El Taragañu, en las proximidades de Arobes. En dicha cueva son de gran valor los instrumentos líticos y óseos encontrados. De la época neolítica y de la edad del bronce también hay hallazgos en Fresnidiello, las cuevas de El Greyu y la Peruyal.
Siempre se tuvo la idea que el Sella era la división que separaba a los pueblos Cántabro y Astur, pero esto quedó en duda al aparecer unas lápidas en Fuentes y Santo Tomás de Collía que pertenecían al pueblo Orgenomesco, que era una etnia del Cántabro.
De la época medieval hay que destacar los recintos fortificados de La Forcada y Mancobio, aunque estudios recientes señalan que tales recintos no pertenecen a dicha época, y los incluyen en tiempos posteriores.
En el siglo X Parres pertenecía a la provincia Premoriense y en los siglos XI y XII se cree estaba incluido en territorio de Aguilar (Llanes). El primer documento que se dispone es del año 926 relacionado con la irrupción de la iglesia en el concejo de Parres, gracias a la donación de Ramiro II de unas iglesias locales a La Iglesia de Oviedo.
En el año 1374, Parres figura dentro de los territorios del conde Alfonso Enriquez, hijo bastardo del rey Enrique II, y que tras las derrotas sufridas por él regresan de nuevo a poder de la corona. Durante la baja edad media se produce un afianzamiento de poder de algunas familias nobles que, en colaboración con la iglesia, da lugar a los cotos señoriales de Fuentes, Las Arriondas y Llames de Parres. En 1559 Felipe II crea el cargo de regidor del concejo de Parres, que fue para la casa de Nevares. A finales del siglo XVII y durante el XVIII, este cargo fue comprado varias veces, dando lugar a varias luchas entre el concejo y quien ostentaban el poder en él, algunas con motivo del aprovechamiento del río Sella. Durante el siglo XVIII siguen los tres cotos señoriales, si bien el coto de Llames de Parres ya perdió parte de su poder, El de Fuentes estaba en poder del pueblo y el de Las Arriondas fue vendido por la casa de Nevares a un vecino de Siero.
La primera década del siglo XIX estuvo marcada por la guerra de la independencia siendo el hecho más destacable en el concejo, la destrucción de La Real Fábrica Nacional de hoja de lata, inaugurada cuatro años antes, y que fue la primera industria conocida en el concejo. En 1827 se produce un hito histórico en el concejo con la desaparición de los tres cotos, unificando administrativamente los concejos y trasladando la capital del concejo a Arriondas. La segunda mitad del siglo fue importante para la zona gracias sobre todo a las comunicaciones por carretera con Oviedo, Santander y Covadonga. La llegada del siglo XX trae la línea de ferrocarril a de Oviedo a Arriondas, concretamente en 1903, enlazando dos años mas tarde con Llanes y completando definitivamente la línea Oviedo-Santander. Todo esto, unido con la llegada de los capitales indianos supone un enorme auge para todo el concejo.
Fue Parres concejo pionero en el disfrute turístico, siendo de destacar en 1930 el primer descenso del Sella, principal fiesta y acontecimiento del concejo. A partir de 1931 se entra en una época recesiva en el concejo que culmina, como en el resto del estado, en la contienda civil, siendo Parres territorio republicano hasta la caída en octubre del 37 por las tropas Navarras. A excepción de la capital, el concejo sufre un proceso emigratorio importante durante los 60 y 70. Arriondas, sin embargo, se ha convertido en centro neurálgico del oriente destacando sobre todo el Hospital del oriente de Asturias que cubre las necesidades del oriente Astur.