ONÍS.
El escudo está dividido en dos cuartos: En el cuarto superior, sobre fondo montañoso, una fila de guerreros que representan a quienes protagonizaron la gesta de Pelayo. En el inferior, también sobre fondo montuoso, la figura de Don Pelayo, con corona y manto Real, empuñando en una mano una espada y en la otra la cruz de la Victoria con un anagrama formado por las letras “M” y “A”. Este escudo fue inventado por Canella y Bellmunt para su obra Asturias, no teniendo reconocida sanción legal.
Reseña Histórica.
El territorio de Onís ya estuvo habitado en la prehistoria, como así lo prueban los yacimientos encontrados en la mina Milagro, en la cual se descubrieron hachas de silex, pico de asta de ciervo, objetos de bronce y cráneos metalizados. También son de destacar los tesoros de Gamonedo y el hacha de bronce de doble anillo procedente de una de las minas de Onís y que se encuentra en el Palacio de Taranco, en Villar.
La lápida hallada en los alrededores de la capilla de Santa Marina de Gamonedo, adornada con un caballo y con la inscripción FLA VIN, nos demuestra la romanización sufrida por los pueblos primitivos. Así mismo cabe destacar un jarro ritual que apareció en la misma mina con una inscripción visigoda, lo que demuestra que también estos pueblos estuvieron asentados en el territorio.
También pasó por el concejo el pueblo árabe, que fue expulsado y huyó rumbo a Liébana. Este hecho queda reflejado en el escudo del concejo que representa a la gente del pueblo luchando.
En el siglo XIV Onís es representada por Pedro Suárez en la reunión de Oviedo para apoyar al Rey Don Pedro frente a su adversario Enrique de Trastamara. Es en este siglo cuando aparece documentada la única parroquia de Onís, la de Santa Olalla de Onís.
Onís figura por primera vez como alcaldía en 1504 y por primera vez representado en la junta General del Principado en 1594, teniendo como representante a Juan González de Acebos. En 1582 tiene lugar una reunión para remarcar y señalar los límites de los concejos de Onís y Cangas, que promueve el Alférez Mayor de ambos concejos.
Aparecen ya documentadas en 1752 dos parroquias más anexadas a la de Santa Olalla, que son las de La Robellada y la de Demués. Durante la invasión francesa del siglo XIX, fueron varias las veces en la que el pueblo invasor se adentró en el concejo, quedando habilitada la capilla de San Roque y sus alrededores como cementerio y la casa de Cebos como el hospital. Hay que destacar en sus luchas contra la invasión francesa a los guerrilleros Escandón y Porlier.
Onís sufriría los intentos anexionistas por parte de Cangas de Onís, negándose el ayuntamiento a tal empresa y conservando su independencia.
Los últimos acontecimientos de importancia en el concejo son el incendio del archivo municipal durante la tercera guerra carlista y los graves destrozos que sufre el territorio a causa de la guerra civil . En los tiempos modernos, el concejo de Onís se ha ido consolidando como uno de las zonas más tranquilas para el descanso, ayudado todo ello por los bonitos paisajes que nos ofrece.