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martes, 6 de septiembre de 2011

Concejos Asturianos LXVII














SAN MARTÍN DEL REY AURELIO.


Escudo cuartelado. En el primer cuartel, sobre campo de azur, la Cruz de los Ángeles. El segundo cuartel, representa, en campo de sinople a diez celadas de plata. En el tercer cuartel, en gules tenemos a la diestra una cripta fúnebre de plata y una corona real de oro en honor del Rey Aurelio del que toma nombre el concejo. En el cuarto cuartel, observamos sobre un campo de azur, una rueda dentada sobre un pico y una pala de oro que simbolizan el trabajo, actividad que está muy unida a la vida del concejo, sobre todo la minería.


Reseña Histórica.



San Martín del Rey Aurelio, se constituye en concejo en 1837, aunque el territorio que forma el término municipal posee vestigios de estar habitado desde tiempos muy antiguos.

Los primeros hallazgos que nos muestran la presencia de vida en el concejo se encuentran en el cordal que separa el valle del Nalón del de L´Agüeria de Carrocera, y es un dolmen erigido en el III milenio antes de Cristo en la Campa L'Españal, entre La Casilla y La Campeta. En esta misma zona, concretamente en Los Cuetos, existen unos grabados rupestres esquemáticos, varios túmulos funerarios, así como una piedra grabada y tres estelas discoideas. Estos restos, junto con el hacha de piedra tallada procedente de La Oscura (El Entrego) y que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, nos confirman la presencia de tribus en el concejo ya en la prehistoria. De final de la edad del bronce o comienzos de la de hierro, fue hallada en las proximidades de Sotrondio un hacha del tipo de talón con dos asas.

Los restos de castros descubiertos en el concejo y en zonas limítrofes, así como la existencia de una calzada romana que, proveniente del puerto de Tarna, atravesaba el concejo, nos indican la presencia humana durante las etapas visigodas y romanas.

Hay que esperar a la Alta Edad Media, concretamente en la época del Reino Asturiano, para encontrar nuevo testimonios, en este caso escritos, del asentamiento de personas en S.M.R.A., en los que el Rey Aurelio, quinto monarca del reciente Reino Astur, trasladó la corte entre los años 768 y 774 al actual lugar de San Martín. Durante esta etapa existen en el concejo nobles denominados infanzones ligados a este territorio y que en aquellos tiempos formaba parte de Langreo.

En el año 1075 el Rey Alfonso VI dona a la iglesia de San Salvador de Oviedo su jurisdicción de Langreo, entre la que se incluye el actual término de San Martín. Los infanzones se oponen a esta donación y pleitean con el Rey, pierde la nobleza y pasa el concejo a depender de la mitra Ovetense. Sin embargo, aquélla siguió disfrutando de los terrenos emparentando más tarde con otros linajes como Bernaldo de Quirós, Jove, Miranda..., quedando diversas casonas y escudos que corroboran estos hechos.

En el documento que recoge la "confederación en jura", realizada en el Monasterio de la Vega (Oviedo), en 1367, por varios concejos asturianos para defender la causa de Pedro I contra su hermano bastardo Enrique de Trastámara, aparece la firma de un descendiente de los infanzones, Don Pedro Peláez de Sanfrechoso. En el año 1388, gracias a un convenio efectuado entre el Obispo de Oviedo con las gentes del Alfoz de Langreo, se les otorga un permiso para fundar una puebla regida por el fuero de Benavente, apareciendo nombrado como "San Martín del Rey Orellán". No obstante, las personas del valle siguen perteneciendo a la obispalía hasta que en el año 1581 compran su redención al Rey Felipe II, pasando a convertirse en concejo de realengo con derecho a enviar representantes a la Junta General del Principado, en la que ocuparon el asiento número 42.

Durante la guerra de la Independencia de comienzos del siglo XIX, las tropas francesas queman y destruyen la casa de la familia García Bernaldo, como represalia a la muerte de uno de sus soldados. Poco después tras el pronunciamiento de Riego en 1820, al amparo de las disposiciones relativas a Municipios contenidas en la Constitución de Cádiz de 1812, los pueblos de San Martín piden y obtienen del gobierno de la Nación su independencia del concejo de Langreo, pasando a constituirse en Ayuntamiento. Sin embargo, la reacción absolutista de 1823 lo reintegra de nuevo al municipio al que secularmente había estado unido hasta que, gracias al apoyo de las tropas carlistas a la reina Isabel II, se establece como concejo independiente, con capital en la localidad de Sotrondio, San Martín del Rey Aurelio.

El siglo XX estuvo marcado por la proclamación de la republica y la guerra Civil española, que asoló el territorio y que hizo que el concejo pasara por momentos difíciles, que poco a poco se irían pasando, y gracias a la producción minera que convirtió al concejo en uno de los más poblados de Asturias.