SANTA EULALIA DE OSCOS.
Su escudo es cuarteado en cruz. El primer cuartel, en campo de azur, representa la Cruz de los Ángeles, en relación a su dependencia obispal durante siglos. El segundo cuartel en gules, nos muestra un castillo de piedra del que sale un cuervo negro surmontado por el cuerno de la abundancia. Flanqueando el castillo vemos dos espigas de oro. Este cuartel simboliza el poder del concejo de Castropol. El tercer cuartel, partida a su vez. En la primera parte, nos muestra, en gules, dos palos de armiños. La segunda parte, en plata, representa un castillo de piedra sobre ondas flluivales. El cuarto cuartel, nos enseña dos coronas de oro (de marquesado y de condado) y una rueda dentada sobre un pico y una pala aspados. La parte de abajo del escudo hace referencia a la familia Ibáñez, creadora de industria en el territorio.
Este escudo fue inventado por los historiadores Bellmunt y Canella para la realización de su famosa obra "Asturias", careciendo actualmente de sanción legal alguna.
Reseña Histórica.
La historia de Santa Eulalia presenta, en sus comienzos, las mismas características que las de los otros dos concejos del territorio de los Oscos, San Martín y Villanueva, hasta 1154, y en común con el de San Martín, hasta 1584, en el que ambos concejos logran la independencia de la Iglesia ovetense.
Los primeros restos primitivos encontrados pertenecen a la etapa neolítica, destacándose los hallazgos encontrados en varias zonas como Brañavella, El Chao La Granda en Murias y que se corresponden con campos tumulares o mamoas. También aparecen en el concejo diversos asentamientos de naturaleza castreña en Lineras, en el cortín de Mouros en Brañavella y en Ferreira. Estos castros nos muestran un marcado carácter defensivo.
La presencia de diversos materiales como el hierro y el oro atrajeron a estos lares al pueblo romano, tan dado a estas aventuras, y que nos han dejado en el suelo del concejo útiles de los antiguos trabajos romanos de extracción y fundición: herramientas mineras y monedas en las proximidades del río Agüeira. La zona de Santa Eulalia quedó encuadrada durante esta etapa histórica en lo que denominaban "conventus lucensis".
En la época medieval el concejo de Santa Eulalia conjuntamente con San Martín perteneció, al concejo episcopal de Castropol, por causa de una cesión realizada por el monarca Alfonso VII en 1154 a la iglesia de Oviedo. Los alcaldes episcopales de ambos concejos se presentaban a las juntas castropolenses en el campo de Tablado.
En 1583, el entonces apoderado del monarca Felipe II, Don Juan de Grijalva, se traslada hasta Castropol y comenta a los alcaldes obispales la situación que va a suceder y que consistiría en la venta de los territorios dependientes de la obispalía para obtener ingresos que palien los gastos originados por las sucesivas contiendas en las que participaba el reino de España. Es en 1584 cuando se negocia la compra de los terrenos por parte de la gente del pueblo, ejerciendo de representantes de Santa Eulalia, Bartolomé de Bayona Serna y Pedro López. Por fin el concejo pasa a ser independiente administrativamente consiguiendo jurisdicción propia y libre organización concejil. Felipe V intenta sin éxito exigir el pago a las gentes de Santa Eulalia, revisando la orden de venta, que se negaron, ya que se amparaban en el acuerdo realizado con el monarca Felipe II.
Ya en el siglo XIX, la guerra de la Independencia tuvo su repercusión en la zona, al proporcionar el concejo varios de sus jóvenes a las tropas de Castropol para luchar contra la invasión francesa. Del siglo XX hay que mencionar que Santa Eulalia cosecha su cota histórica de población en la década de 50 con 1903 habitantes, cifra que iría cayendo últimamente, por causa sobre todo de la migración.