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miércoles, 27 de abril de 2011

Concejos Asturianos VIII












CABRALES.

En azur, cruz de la Victoria en oro con piedras preciosas. Debajo un árbol con dos cabras a los pies y sobre las peñas un oso de color negro. Al timbre corona del Príncipe de Asturias.

Reseña Historica.

Su prehistoria cuenta con cuantiosos restos del paleolítico superior que han proporcionado abundantes muestras de instrumentos líticos y óseos. Así en la cueva de Las Canes, hay grabados realizados en las paredes y el techo. Destacaremos también diferentes cuevas con muestras de pinturas como son: la Covaciella, y El Bosque, todas ellas con dibujos de animales. En la cueva de los Canes aparte de sus pinturas, hay un recinto funerario con tres sepulturas.

De la edad de bronce aparecen dos hachas que le darán nombre a este tipo y que pasarán a denominarse como hacha Cabrales.

De la época prerromana y romana, son prácticamente inexistentes los restos en el municipio. Otras noticias, nos hacen referencia a la huida por este municipio de las tropas musulmanas, vencidas por Pelayo en Covadonga.

Empezamos a encontrar más datos a partir de la Edad Media, como una donación que se hace a la iglesia de San Pedro en Camarmeña. Donde encontramos una gran documentación, y se describe a Cabrales como entidad territorial, es en el siglo XII. Pero en esta época este concejo estará fuera de la política real, que ira creando pueblos y villas por diferentes concejos de Asturias. Cabrales nunca se caracterizó por tener grandes señoríos laicos, ni eclesiásticos.

Es en el siglo XIV, cuando ya aparece Cabrales como concejo, acudiendo sus representantes a la asamblea convocada en el monasterio ovetense de Santa María de Vega, para apoyar al rey don Pedro. También participó en la Junta General que se celebró en el convento de San Francisco en 1444. En esta época la administración concejil está dominada por las poderosas familias locales, como son los Barcena y los González de Buerdo, durante el siglo XVI. Ya en el siglo XVII, los cargos concejiles eran nombrados cada año por cada uno de los cuatro distritos en los que estaba dividido el territorio.

Con la invasión francesa, hubo diferentes actos que se mezclan entre la historia y tradición, como que los restos de los franceses vencidos, reposan en la Cueva de los Huesos de la Loma del Toro, o como el rechazo de las tropas francesas, al serles arrojados piedras desde la Peña la Cantina. Pero sí pertenece a la realidad historia, el gran valor de los numerosos soldados cabraliegos que murieron en la guerra.

Durante el siglo XIX, este concejo permaneció al margen de las transformaciones que hubo en otros concejos asturianos. Hasta pasada la segunda mitad del siglo, su agricultura seguiría siendo deficitaria, la principal riqueza será la ganadería y su industria más importante sería el queso, que se vendía en el resto de los concejos y provincias, exportándose ya a América. Su apertura al exterior llega en el siglo XIX, con la construcción de la carretera Cangas de Onís-Panes.

El siglo XX está marcado por una mayor evolución, con nuevos adelantos. Así destacaremos, el canal del Cares, la central de las Arenas, el embalse de Poncebos, etc. La guerra civil tuvo escasa importancia en este siglo, ya que este concejo, estaba alejado de los focos industriales y obreros, pero sí tuvo importancia con la caída del frente oriental, ya que muchas personas huídas se escondieron en los Picos de Europa.