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lunes, 25 de abril de 2011

Concejos Asturianos VI

  










BIMENES

Escudo cuartelado. En el primer cuartel: castillo, león y báculo. Es el escudo de armas de la orden Benedictina, representada aquí por el convento de San Vicente de Oviedo. En el segundo cuartel: jaquelado de quince piezas. Son las armas de Álvarez Asturias, de esta familia existen numerosas variantes de sus escudos. En el tercer cuartel: águila en sable, son las armas de la familia Estrada. En el cuarto cuartel: cinco palos de sinople y una quilla de barca con el lema "BALVIDARES", que es el escudo de armas de Balvidares, familia oriunda de este concejo.

Reseña Histórica:
Sus primeras noticias fueron de asentamientos humanos del Neolítico, que dejaron sus testimonios en tumbas tumulares, como son las de Piedrafita, o las de Lancosa. Anteriormente, no hay vestigios de la ocupación paleolítica.

Los castros, fueron localizados en el Pico Castiello, donde se encontraron restos de cerámica romana. Cerca de las minas de Melendros, fueron encontrados otros dos castros, los de La Millar y el de Santa Cristina, relacionados con labores mineras. No se puede descartar que estos asentamientos siguieran bajo la ocupación romana, pero no hay restos que lo testifiquen.

En la época medieval, hay escasez de fuentes escritas, aunque tenemos referencia de una donación conservada en el monasterio de San Vicente en Oviedo de 1.161, por la que Didaco Petri da a su esposa una heredad de su propiedad en Ulimenes. Ya al final del medievo, estas tierras formaban parte de las posesiones de los Noreña, a cuyo linaje pertenecía don Rodrigo Álvarez de Asturias, poderoso magnate de esta familia, que en su testamento transfiere al monasterio de San Vicente de Oviedo la jurisdicción y el dominio sobre las tierras de Bimenes, salvo las yuguerías de Santo Millano y Fontoria que pasarían al monasterio de Santa María de Vega. El dominio de San Vicente es casi completo sobre el municipio, manteniendo su predominio hasta 1583, en el que su señorío fue redimido a sus habitantes, que pagaron 800.000 maravedíes quedando libres y pasando a constituir concejo independiente y a integrarse en la Junta General del Principado, dentro del partido llamado de la obispalía, aunque nunca había estado bajo el señorío episcopal.

En el siglo XIX, el sector libre formado por la nobleza cuenta con unos cotos importantes, como fueron: el coto de Taballes perteneciente al marqués de Estrada, con una extensión de 4.000 días de bueyes y el coto de Melendreros, perteneciente al conde de Nava, de más extensión, 4.200 días de bueyes. Todo esto cambiará con la entrada del siglo XX, que traerá grandes transformaciones, sobre todo administrativas, desapareciendo todos los cotos señoriales e incorporándose a la jurisdicción ordinaria. Otras transformaciones fueron las económicas, empezando por las actividades mineras, con pequeñas minas superficiales, explotadas mediante pequeñas galerías.

Hay nuevos proyectos, como el establecimiento del ferrocarril de vía estrecha, que permitirá acercar el carbón de Bimenes a los puertos costeros. La llegada del ferrocarril, traerá un cambio en las explotaciones mineras, con apertura de pozos mucho más profundos, y una compleja red de galerías subterráneas, pero no comparables a las minas de las cuencas del Caudal y del Nalón, que llegaron a degradar su tradicional paisaje.

Todas estas transformaciones trajeron muchos cambios, y entre éstos, los cambios sociales. Así, los movimientos obreros arraigaron con fuerza y en el siglo XX marcarían la historia de este concejo.

Sólo existe una actividad económica de cierto relieve, que es la de bienes y servicios, cuya misión es satisfacer las necesidades de su población, pero que obtiene su dinero en otros concejos.