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jueves, 25 de agosto de 2011

Concejos Asturianos LXI








RIBADEDEVA.

Escudo cortado. 1º, las armas de la ciudad de Santander. 2º, armas del principado de Asturias. Al timbre corona real, cerrada.

Reseña Histórica.


La presencia de vida humana en la zona se remonta a la época paleolítica. De esta etapa histórica son los yacimientos descubiertos en las cuevas de Mazaculos y la de Espinoso situadas en las cercanías de la desembocadura del río Cabra. En la Tinamayor se halló una conchera y en las inmediaciones de Pimiango se encuentra la famosa cueva del Pindal donde aparecen grabados y pinturas de animales como bisontes, caballos, ciervos, peces y mamuts.
 

De la etapa epipaleolítica son varios los asentamientos y yacimientos encontrados como los de Las Covariellas, Tina y Tronía. Además a este periodo corresponde el desaparecido enterramiento del Molino de Gasparín, hallazgo con connotaciones de ritual funerario, y en el que también se han encontrado tres picos asturienses, lo que relaciona los descubrimientos con la etapa asturiense.
 

Del periodo neolítico son un hacha de piedra pulimentada encontrada en el Covacho del Cazarru y los túmulos funerarios de La Jayuquera (Villanueva), de El Trabe y de Bojes. De la edad de bronce y de hierro poco o nada se puede afirmar, sólo la presencia en la zona de orgenomescos, que era un pueblo Cántabro. En la época de la reconquista las gentes de la zona se unieron con las tropas cristianas en su lucha contra la invasión musulmana.
 

En la alta edad media el concejo junto con Llanes forma parte de la región Premoriense. De este periodo, concretamente del siglo X aparece mencionado el templo de Santa María de Tina en Piamango, en la cual se han localizado una necrópolis y restos de otra edificación que se cree pertenecían a los primeros tiempos de la reconquista. La primera mención de Ribadedeva como entidad propia dentro de Asturias, es un documento de 1157, del archivo de San Salvador de Celorio y otro de 1169 de la misma procedencia, que habla de un tal don Gómez, tenente de Aguilar (actual Llanes) y Ribadedeva.


Después de la unión de los reinos de León y Castilla en 1230 bajo mandato de Fernando III el territorio de Ribadedeva, junto con las dos Peñamelleras, es separado de Asturias y agregado a tierras castellanas, concretamente a la merindad denominada Asturias de Santillana, aunque eclesiásticamente todavía dependía de Oviedo. Esta situación se mantiene hasta 1834 donde regresa al sitio que no debió abandonar nunca. En 1376 el rey Alfonso XI concede al pueblo ciertos privilegios, otorgándole el poder de elegir sus cargos concejiles y sus propios jueces.
 

Hacia los siglos XIII y XIV se sitúa la construcción de la torre de Noriega, exponente máximo del poder señorial que ejercían la familia Noriega en el concejo. En 1517 se tiene constancia del paso del emperador Carlos V por la capital Colombres, y de la que recogió el cronista Laurent Vital como" mala aldea o cabañal".
 

En la edad moderna Ribadedeva forma parte del corregimiento de las cuatro villas de la Costa de la Mar, y a partir de 1749 del partido del Bastón de Laredo, teniendo representación en las juntas Cántabras de 1778 a 1815. En el siglo XVIII recibe el concejo el nombre de Real Valle de Ribadedeva siendo sus habitantes “hidalgos” no sometidos a ningún señorío. El gobierno se ejercía en cada pueblo que convocaba su propio concejo y nombraba un regidor dependiente de la Justicia ordinaria. De este modo se organizaba el valle administrativamente, además hay que destacar el privilegio que tiene el concejo con la exención del pago de alcabalas.
 

La guerra de la Independencia tuvo una gran repercusión en toda la zona, estableciendo el ejército asturiano su línea de defensa en los ríos Deva y Pesués bajo mando del General Ballesteros. Esta defensa fue atacada por el General Francés Bonet, franqueándola e invadiendo la zona rápidamente. Las guerras Carlistas también tuvieron su parte de historia en el concejo asentándose en la zona las partidas del coronel Arroyo y de Florez.


Sin embargo el acontecimiento histórico más relevante de este siglo es la vuelta a terreno Astur de los territorios de Ribadedeva en 1833, constituyéndose el primer ayuntamiento bajo dependencia asturiana, un año más tarde. A partir de mediados de este siglo empiezan a efectuarse las emigraciones ultramarinas a América, consiguiendo grandes fortunas que reinvertirían en mejoras urbanísticas y de servicios básicos de los pueblos.
 
A comienzos del siglo XX se unen las líneas ferroviarias que unen Asturias con Cantabria y se mejoran las carreteras. Durante la república el concejo queda en manos del frente popular, hasta que se produce el alzamiento militar que origina la guerra civil y que tiene su repercusión en el concejo con la entrada de las tropas nacionales en la zona en septiembre de 1937. En 1948 la playa de La Franca fue escenario de la emboscada y posterior asesinato de los guerrilleros Corsino y Eduardo Castiello.