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domingo, 30 de octubre de 2011

PROTOCOLOS Y PADRONES IV


Padrón de calle ycta de 1669.
El ldo. Alonso Florez Caballero, cura de esta Villa, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
El ldo. Vicente Álvarez, cura de Santa Mª Magdalena, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
El ldo. Fco Bernardo de Quirós, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
El ldo. Don Luis Florez Quiñones, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Viuda de don Pedro de Meras, juez ordinario de esta villa y Concejo de Tineo por el estado de los hijosdalgo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Fco Antonio Maldonado y Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Gómez Pertierra de Tineo,  hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Juan García de Tineo y Quiñones, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar. Y don Rodrigo, su hijo de las mismas calidades.
Diego Martínez de Tineo y sus hermanas, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Antonio del Riego Lamas y Valdés, regidor de este Concejo señor del coto de Sangoñedo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Francisco de Meras Solís y sus hermanos y hermanas menores, hijos del ldo. Don Pedro de Meras y doña Catalina de Meras, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Diego Caballero Florez, regidor de esta villa y concejo y del de Cangas, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Diego Caballero y Tineo, regidor de esta villa y Qº y sus hermanos, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Tomás Menéndez Sastre, hidalgo.
Juan Marcos Pertierra, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Juan de Miranda, escribano del ayuntamiento, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Juan de Llano de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Rodrigo Fuertes de Bustiello, hijosdalgo notorio.
Miguel García del Riego, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Domingo Pertierra de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Rodrigo García de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Diego García Caballero y Tineo y su hijo don Juan Caballero Florez, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Jacinto Pertierra de Tineo, empadronador, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Fernando de Valdés, hijo de Antonio de Valdés, menor y sus hermanas, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Juana García de Paredes y sus hijos, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.
Don Juan de Bustiello y Pambley, vecino de esta villa, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

jueves, 27 de octubre de 2011

PROTOCOLOS Y PADRONES III


Padrones calle ita, 1662.

Don Fco Antonio Maldonado y Tieno Mayorazgo de la casa de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

El ldo. Don Alonso Florez, cura de esta feligresía, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Catalina de Merás, viuda del ldo. Don Pedro de Meras, sus hijos menores y don Fco de Meras su hijo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Vidal Fernández de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Gómez Pertierra, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan García de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan Marcos Pertierra, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Diego García Caballero, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Juan Caballero Florez, su hijo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña María del Riego, hija de Juan García Caballero, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña María de Meras, viuda de Cornas y sus hijos menores, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Jacinto Pertierra de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Domingo García de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Diego Florez de Llano, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan de Llano de Tineo, empadronador, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Diego Caballero Florez, regidor de este Concejo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Diego Caballero y Tineo, regidor de este Concejo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Ana de Cienfuegos, viuda y su hija, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Diego Bernardo de Quirós, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Miguel García del Riego, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan Marcos Pertierra, el mozo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Juan de Llano y Meras, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Gaspar Rodríguez de Castrillón, alférez de este Concejo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Inés Fernández, viuda de Álvaro de Valdés, y sus hijos, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Benito García del Riego, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Álvaro del Riego y Valdés, de la casa del Riego, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juana García de Paredes, y sus hijos menores, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

El ldo. Juan de Foxa, cura de santa Mª Magdalena de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña María Pertierra, viuda de Juan Fernández, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

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miércoles, 26 de octubre de 2011

PROTOCOLOS Y PADRONES II

Continuo con los Empadronamientos de la Villa de Tineo.


San Pedro de Tineo 1657:

D. Fco Antonio Maldonado y Tineo, mayorazgo de su casa, hijosdalgo notorio de armas poner y pintar.

El ldo. D. Alonso Caballero Florez, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido de armas poner y pintar.

El ldo, don Pedro de Meras, mayorazgo de la casa de Meras, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Vidal Fernández de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Gonzalo Pertierra de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan García de Tineo y Quiñones, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan Marcos Pertierra, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Luisa de Meras, viuda, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Diego García Caballero, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Juan Marcos Pertierra, el mozo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Catalina del Riego, viuda, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

(Don Gaspar Menendez), hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Jacinto Pertierra, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Juan de Tineo, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Catalina, viuda de Juan García, el viejo, y sus hijos, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido.

Diego Fernández de Llano, hijosdalgo notorio de armas pintar.

Juan de Llano de Tineo, empadronador, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Diego Caballero Florez, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Pedro García Caballero, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña Ana de Cienfuegos, viuda y su hija, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Don Diego Bernardo de Quirós, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Miguel García del Riego, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Luis Cuervo de Castrillón, hijosdalgo notorio.

Pedro de Valdés, hijosdalgo notorio.

Doña Juana García de Paredes, viuda de Juan Fernández,  sus hijos, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Doña María Pertierra, viuda de Juan Fernández, hijosdalgo notorio de casa y solar conocido y de armas pintar.

Pedro Fernández de cima de villa, hidalgo.

Juan Álvarez de Tineo de cima de villa, hijosdalgo notorio.

Pedro Rodríguez de la Cortina, hidalgo.

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Diego Fernández de Tieno, hidalgo.

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lunes, 24 de octubre de 2011

PROTOCOLOS Y PADRONES

Con este título inicio hoy una serie de entradas en la que voy a ir resumiendo un documento, que se conserva en la Real Chancilleria de Valladolid, donde se recojen las inscripciones de los hidalgos, empadronados en la Villa de Tineo, entre 1657 y 1674.

He querido mantener la ortografía original del documento. He transcrito solamente a los empadronados como hidalgos, el documento es más amplio e incluye a los Labradores.

Incluyo la referencia de la Chancilleria para todos aquellos que estén interesados en ampliar la información.


Título de la unidad: "Padrón de Tineo, traído a esta Real Audiencia en 1678."
Archivo: Archivo de la Real Chancillería de Valladolid.
Signatura: PROTOCOLOS Y PADRONES,CAJA 144,26.
Fecha Creación: 1657 Tineo (Asturias) / 1674.

El documento comienza con una referencia a la feligresia de Navelgas, que por su interés he incorporado a estas entradas.

 
Navelgas, Calle Ycta 1648: empadronadores, Pedro Aberca de Couto y Juan Sanchez de Teyserval, está puesta y alistada, Isabel García viuda de Alonso Vidal y sus hijos menores, hijosdalgos.
1650: Isabel García de Navelgas viuda de Alonso Vidal y sus hijos, hijosdalgo.
1656: Isabel García y Bastian su hijo, hijosdalgo.
1662: Sebastián Vidal, hijosdalgo.
1669: Sebastián Vidal, hijosdalgo.
1674: Sebastián Vidal de Navelgas, empadronador por el estado hijosdalgo.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXXV













YEMES Y TAMIZA.

Cortado. En la superior y sobre campo de azur, está representada la Cruz de los Ángeles, en referencia a su pasado eclesiástico. En el inferior aparecen dos toros embistiéndose, que cuenta la leyenda como se fijaron los límites con el concejo vecino de Proaza, haciendo luchar a los dos toros y marcando la posición en la que quedaron después del combate. Al timbre la corona real abierta.


Reseña Histórica.



En los primeros años del siglo pasado fueron encontradas en Foxó varios cientos de monedas romanas que debieron ser ocultadas a mitad del siglo IV después de Cristo. Hay noticias de más hallazgos del mismo tipo, pero muy poco precisos.

En el año 857, dentro de la etapa de la monarquía astur, Ordoño I cede parte de Yernes a la iglesia de San Salvador ovetense; que consigue la totalidad del territorio de Tameza, gracias a las donaciones de la nobleza, como Froilaz, Pelayo, Osorio, y Geloria Froilaz en 1086, y la abadesa de San Pelayo, en 1104. En 1174 se convierte en concejo de obispalía, al ceder Fernando II sus derechos sobre el territorio a la Iglesia de ovetense. En 1579 retorna a poder de la Corona por orden de Felipe II amparado en la Bula de Gregorio XIII, consiguiendo las gentes del territorio su compra para constituir municipio independiente

En el Ayuntamiento se conserva del documento que recoge el expediente de venta fechado en el año 1581 a 1586. La reducción costó al territorio unos 12.691.922 maravedíes, a repartir entre las 130 personas que allí habitaban en ese momento, a razón de 12.000 cada una. El representante del rey Juan de Grijalba toma posesión de las jurisdicciones y designa los primeros cargos regidores, encomendándoles la redacción de ordenanzas o leyes municipales. Contaba el concejo con dos magistrados, dos regidores, un alcalde de Hermandad y un personero que representaba al estado noble. A su vez había un juez, un regidor y otro alcalde de Hermandad por el llano. En 1584 es cuando se nombra a Villabre como capital del concejo, lo que aún perdura actualmente.

martes, 18 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXXIV













VILLAYON.

Escudo medio partido y cortado. En el primer cuartel partido sobre campo de azur, observamos una banda de oro, engolada en dragantes del mismo material. El segundo cuartel partido, nos muestra sobre campo de azur, un castillo almenado sobre ondas, mazonado de sable y aclarado de azur. El tercer cuartel cortado, nos enseña tres vacas de oro. Al timbre la corona de Príncipe de Asturias.

Reseña Histórica.

La historia del concejo de Villayón viene unido al de Navia hasta el año 1868, fecha en la que se independizó de él formando ayuntamiento propio.

De los tiempos prehistóricos del paleolítico, al igual que ocurre en muchos otros puntos de la región occidental asturiana, sólo podemos tener indicios de su existencia, pues la ausencia de excavaciones en el territorio no nos permite aclarar verdaderamente quién y cuándo fue colonizada esta tierra en sus tiempos más remotos, pues se cree que toda la zona de la desembocadura del Eo y el Navia tuvo que ser propicia para el asentamiento humano. Sí se tiene constancia de la existencia de diversos monumentos megalíticos en la sierra del Carondio, como así lo atestiguan los campos tumulares hallados. Dentro de los asentamientos castreños, también se contabilizan algunos, siendo el más importante el de Illaso, que fue utilizado posteriormente por el pueblo romano, para las prospecciones auríferas.

La transición desde la etapa colonizadora romana hasta la edad media, nos deja la aparición de una lápida encontrada por dos campesinos en 1926 en la localidad de Carrio, y que algunos autores sitúan en los albores de la época de la monarquía asturiana en el siglo VIII, y otros la colocan en la etapa visigoda.

En la Baja Edad Media ya se nos presenta Villayón como parte integrante del concejo de Navia, siendo su territorio muy disputado entre diferentes poderes obispales, protagonizando la mitra Ovetense y el monasterio lucense de Corias, una disputada pelea con el fin de obtener el control de la zona, llegando éste último a dar un préstamo a Murias en su etapa expansionista con el objetivo de ejercer el dominio sobre toda la zona, cosa que ninguna de las dos obispalías consiguió, pasándose el territorio de uno a otro en infinidad de ocasiones hasta que en tiempos del rey Felipe II tiene lugar la famosa desamortización eclesiástica, comprando las gentes del concejo el territorio de Villayón, situación ésta que no aceptaron ninguna de las dos mitras, y que las hizo interponer infinidad de recursos que finalmente no llegaron a buen puerto para ellas, quedando definitivamente el concejo en poder de sus habitantes.

Durante los siglos siguientes el devenir de Villayón estuvo estrechamente ligado con el de Navia, siendo ya en el siglo XIX, concretamente durante la revolución septembrina de 1868, cuando gracias al afán constitucionalista y la racionalidad territorial se procede a la segregación de Villayón de Navia, creándose un ayuntamiento independiente de cinco parroquias, a la que en 1991 se sumó otra más. Los últimos años de esta centuria y los primeros del XX vienen marcados por una corriente migratoria hacia ultramar, cambiando el destino en la mitad del siglo, dirigiéndose los movimientos a las zonas centrales de la región asturiana y a Navia, aunque la proximidad con este concejo vecino y la construcción del embalse de Arbón ayudan a mitigar estas pérdidas evitando estos masivos desplazamientos. Hoy en día Villayón presenta todo lo que cualquier y excursionista quiera ver, con unas panorámicas estupendas de la naturaleza, como las cascadas de Oneta, donde podemos disfrutar de un salto de unos 15 metros de desnivel realizado por el río Acebal.

lunes, 17 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXXIII












VILLAVICIOSA.

El escudo representa las armas de Carlos I de España, que éste empleaba en 1520, tres años después de su paso por la zona.

Reseña Histórica.


La fertilidad de la tierra y las buenas condiciones físicas, geográficas y climáticas de todo el concejo nos hacen suponer que desde la época epipaleolítica, en la etapa Asturiense, ya estuviese colonizado el territorio maliayo, teniendo el concejo una importante muestra de monumentos megalíticos.

Los asentamientos castreños también fueron múltiples y diversos, localizándose la mayoría de ellos en el eje de la ría, más hacia la costa-rasa occidental. La etapa dominadora romana se deja sentir en gran manera en el municipio, dado que el territorio era muy fértil y además tenía una salida al mar. Varias son las lápidas y estelas repartidas por todo el concejo que prueban dicha colonización, como las encontradas en la iglesia de Grases o la de Miravalles. De igual manera también se han encontrado restos arqueológicos de antiguas Villae Romanas en la desembocadura de la ría en el actual Rodiles y que se supone que era la famosa Noega.

Durante la época de la monarquía Asturiana, la población se aleja de Rodiles y se asienta en otros sitios como Amandi, Camoca, Fuentes o Bedriñana, apareciendo frecuentemente la comarca nombrada como territorio maliayo, maliaio y malayo.

Durante el siglo XII, representantes del territorio se reúnen con el Obispo Pelayo de Oviedo con el fin de poner fin a los desórdenes que se estaban produciendo en toda la zona. Ya en tiempos de Alfonso IX, se empieza a constituir el concejo gracias a la política repobladora y urbanizadora que él mismo inició, siendo el año 1270, cuando el rey Alfonso X el sabio, concede la carta puebla mediante documento fechado en Vitoria y en el que establece que la población se asiente a partir del lugar llamado Buetes. Al mismo tiempo que se crea el territorio maliayo, una orden Cisterciense se establece en el fondo del valle en Boides, fundándose el monasterio de Valle de Dios (Valdedios), constituyendo un señorío jurisdiccional y que ejerció una labor civilizadora y ordenadora.

En el siglo XIV, el territorio pasa a denominarse ya como Villaviciosa, tomando dicho nombre por la fertilidad que tenían sus tierras, que ofrecía una abundancia de productos. También durante este siglo las gentes del municipio apoyarían al obispo Guterre en su lucha contra el conde de Gijón, salvaguardando los intereses del príncipe Don Enrique. Ya a finales del siglo XV un acontecimiento marca la vida de la villa, y este no es otro que el incendio que asoló la Capital destruyéndola por completo. Por este motivo los Reyes Católicos expiden un documento mediante el cual entregan una cantidad de dinero con el fin de reconstruir toda la zona. Se tiene constancia durante esta época, de la existencia de un hospital en las inmediaciones del templo de Santa María, al ser el concejo lugar de paso en el peregrinar a Santiago por la ruta de la Costa.

El siglo XVI, deja en Villaviciosa uno de los sucesos más relevantes dentro de la historia del concejo, que es el desembarco y hospedamiento en la villa del emperador Carlos I en 1517. El monarca, arribó a puerto en Tazones por culpa de una tormenta que hizo variar el rumbo que seguía toda la corte a Santander. Una vez en el concejo se dirigió junto con su hermana Leonor hacia la Villa hospedándose en la casa de Rodrigo de Hevia, en la cual permaneció tres días y cuatro noches completas, recibiendo durante su estancia a los regidores del concejo. Pasados esos tres días, abandonó el concejo por tierra en dirección a la vecina tierra de Colunga.

En el siglo XVII se produce un gran cambio en la villa, transformándose por completo el panorama urbanístico de la misma, apareciendo nobles casonas, palacios y plazuelas, conservándose actualmente buena parte de este desarrollo urbano. A finales del siglo los franciscanos fundan un convento en la villa con el fin de predicar las enseñanzas derivadas del concilio de Trento, ubicándose en un primer lugar en la Vallera, siendo sustituido por otro en un lugar próximo, de mayor capacidad y cuya iglesia conventual es el actual templo parroquial.

El siglo XIX nos deja en el concejo las consecuencias de la guerra de la Independencia contra Francia, sufriendo la villa numerosos ataques, logrando ocupar el territorio durante varias ocasiones, hasta que se les expulsó definitivamente. En 1835 se instaura definitivamente el ayuntamiento constitucional, desapareciendo los poderes concejiles que fueron ocupados durante mucho tiempo por familias poderosas. A finales de siglo una nueva clase social emerge en la zona, la burguesía liberal, que origina a su vez el nacimiento de un sindicalismo obrero muy revolucionario. La actividad comercial crece de manera considerable gracias al emplazamiento de su ría, navegable entonces.

Ya en el siglo XX, la dictadura de Primo de Rivera trae consigo una nueva urbanización siendo de destacar la traída de aguas y la creación de las escuelas graduadas. La república tiene en el concejo uno de los bastiones más reaccionarios, al ser sus regidores mayoritariamente monárquicos. La guerra civil dura en Villaviciosa 15 meses, acabando el 19 de octubre de 1937, con la toma de la villa por las tropas nacionales.
 
Los tiempos actuales nos dejan una importante industria alimenticia (leche y sidra), así como una mayor dependencia del sector turístico, gran reactivador económico del concejo, el cual nos ofrece unos espectaculares paisajes, tanto en la zona interior como en la parte costera, donde sus playas son de las más visitadas de todo el Principado.

viernes, 14 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXXII












VILLANUEVA DE OSCOS.

Escudo medio partido y cortado. 1º, la cruz de los Ángeles de la Archidiócesis de Oviedo. 2º, un castillo flanqueado por dos espigas, del que sale un águila negra surmontada del cuerno de la abundancia, señal del concejo de Castropol. 3º, de azur, una banda jaquelada de plata y gules, acompañada de un brazo vestido moviente del flanco diestro soteniendo un báculo de oro y acompañado de dos flores de lis de oro, y en campaña, una cruz flordelisada de gules y una mitra de oro. Al timbre la corona real, abierta.

Reseña Histórica.


La historia de Villanueva sigue los mismos caminos que la de sus concejos vecinos de San Martín y Santa Eulalia, durante las etapas prehistóricas, la edad antigua y la edad media hasta 1137, fecha en la que pasa a ser coto abadengo.

Los primeros restos hallados que demuestran la presencia humana en el concejo pertenecen a la etapa neolítica, como así lo demuestran los campos tumulares descubiertos en las estribaciones de la sierra de Pumarín, destacando de entre todos ellos el de A Chaira das Grallas.

Dentro de la cultura castreña, también Villanueva nos ofrece diversas muestras de estos singulares asentamientos, destacando los localizados en La Pena del Castro en Morlongo y El Castelo en Villanueva. La etapa colonizadora romana, también se deja notar en todo el territorio, estando adscrito el territorio dentro del "conventus lucenssis". Varios son los vestigios encontrados de dicha época, como los crisoles de piedra y conos de escorias, relacionados con trabajos de fundición. Como es de suponer la presencia de minerales como el hierro fue una de las causas que atrajo a los asentamientos romanos hacia la comarca de los Oscos.

Ya en 1137 la historia de Villanueva toma camino diferente a San Martín y Santa Eulalia, con el establecimiento de una orden Benedictina en la zona de As Tremoras gracias a la donación efectuada a su favor por el rey Alfonso VII, mediante la cual cedía todo el territorio del municipio a los monjes. Varias son las donaciones realizadas durante este siglo al monasterio por particulares, en la cual se recibían terrenos de toda la comarca occidental, como la efectuada por Honega Ramírez en la cual otorga sus posesiones en Gío y Villar de Piantón, o la de Gutierre Alfonso mediante la cual ceden haciendas de Nonide, Grandas y El Franco. En el año 1162 se produce la llegada al monasterio de los Cistercienses, reactivando la vida en el monasterio gracias a la labor agropecuaria, al que se unió el trabajo del hierro en ferrerías artesanas ya por el siglo XVII. En 1182 el monarca Fernando II concede un privilegio al coto mediante el cual toda la jurisdicción iba a pertenecer al monasterio, teniendo sus gentes que cumplir las deudas y los deberes ante el abad, sin que se produzca ninguna intromisión real. Esta exención sería refrendada por los sucesivos reinados que dirigieron las riendas del territorio Español, desde Alfonso IX a Felipe V.
 
Aunque la mayor parte de la superficie de Villanueva pertenecía al coto de Santa María, había una pequeña porción de terreno exenta de los dominios eclesiásticos, la cual estuvo representada en la Junta General del Principado tomando parte del partido de Castropol, siendo los representantes del municipio en 1693 para el repartimiento de alcabalas Domingo López Bermúdez y Antonio de Soto.

El poder ejercido por los monjes durante siglos empieza a desquebrajarse en 1721, fecha en la cual las gentes del concejo expresan su descontento por la enorme servidumbre a la que se les sometía. Así, en el año 1792 el abad, queriendo conservar la integridad del territorio y amansar al pueblo, acepta reducir algunas tasas e impuestos, circunstancia que no logra parar el descontento, llegándose al año 1827, fecha en la cual el monasterio deja de tener jurisdicción sobre toda la zona, alcanzando de este modo la deseada condición municipal. Una vez perdido todo el poder, los monjes fueron expulsados en 1836, debido a la desamortización de Mendizábal, y todos los bienes del monasterio fueron puestos a la venta.
 
Los tiempos actuales discurren entre una situación de incertidumbre creada por el continuo despoblamiento de la zona, aunque se espera que la situación empiece a invertirse, dadas las condiciones naturales que ofrece Villanueva para la vida humana.

jueves, 13 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXXI













VEGADEO.

El primer cuartel partido, nos muestra la Cruz de Los Ángeles, en clara referencia a la dependencia durante siglos, que tuvo el concejo de la mitra Ovetense. El segundo cuartel partido, nos enseña un castillo de piedra, flanqueado de dos palmas, del que florece un águila negra en su parte superior, surmontada del cuerno de la abundancia. Esto representa al escudo de Castropol, antiguo gran concejo al que perteneció Vegadeo hasta 1836. En el tercer cuartel partido, observamos un castillo (Suarón) sobre un monte, en referencia al poder que ejerció en la antigüedad. Al timbre corona real, abierta. Es usado por el ayuntamiento sin sanción legal, tomando como referencia el emblema inventado por Bellmunt y Canella para su obra Asturias, y en la cual toman para la realización de tal emblema, los elementos más representativos de cada concejo. Actualmente, el escudo presenta la única salvedad de la utilización de la corona real, en vez de la del príncipe que usaron ellos.

Reseña Histórica.

El territorio de Vegadeo ya estuvo poblado desde tiempos prehistóricos, como lo demuestra el dolmen y los dos túmulos hallados en la Bobia. Varios son los pueblos que merodearon y se establecieron por la zona, como son los Egovarros, los Pésicos, los Cibarcos y los Albiones, pueblo al que pertenece la estela funeraria dedicada al príncipe y encontrada en 1932, conservada actualmente en el museo arqueológico provincial.

De la cultura castreña tenemos constancia de la existencia en el concejo de al menos ocho castros en Penzol, Meredo, Molexón, Montouto, Castromouran, Viladeaelle y dos más en Abres no excavados, perteneciendo la construcción de dichos asentamientos a tiempos prerrománicos. La época colonizadora romana también deja su influencia en el municipio como lo acreditan diversas prospecciones auríferas y el hallazgo de varias diademas de oro. Durante esta etapa pertenecía todo el territorio al convento jurídico de Lugo, cuyas posesiones llegaban hasta la ría de Navia.

En la época de la reconquista, Vegadeo se encuadra dentro de los límites de la región asturiana como concejo de realengo, realizándose en ese periodo de tiempo varias donaciones a la iglesia Ovetense efectuadas por la Corona asturiana y por gente particular, siendo una de las más destacadas la que donaba el monasterio de San Esteban de Pianton, que era en aquellos momentos el lugar más poblado y el centro de la comarca. En el año 1154, durante la celebración de las cortes en Salamanca, el rey Alfonso VII cede al obispado de Lugo tierras gallegas sobre las que tenía jurisdicción Oviedo, lo que origina conflictos entre los prelados, acabándose dicho enfrentamiento con la concesión a la mitra Ovetense de los terrenos comprendidos entre el río Eo y la ría de Navia, a lo que se le dio el nombre de "Honor del Suarón". Se funda entonces en el año 1280 la puebla de Reboledo, aunque ésta no acata nunca de muy buen grado las órdenes eclesiásticas, lo que origina que en 1298 el obispo Fernando Alonso cree la Puebla y el gran concejo de Castropol como capital de la tierra de Ribadeo concediendo a sus habitantes un fuero parecido al de Benavente.

Pertenece de este modo el concejo de Vegadeo y en consecuencia todo el de Castropol, a la mitra Ovetense hasta tiempos de Felipe II, en la que se produce la famosa desamortización, mediante la cual se enajenaron bienes eclesiásticos a favor de la corona, con el fin de pagar los gastos originados en contiendas exteriores, situación ésta que provocó el consiguiente enfado de los Obispos, que no logran parar de ninguna manera dicha situación, ejecutándose aquí la venta en el año 1579. A partir de este momento todo el gran concejo de Castropol vive un periodo de gran prosperidad y bonanza, siendo el siglo XVIII, el máximo exponente de esta situación, donde gracias al buen emplazamiento del puerto, se estimula la industria y el comercio.

El siglo XIX sería uno de los más importantes dentro de la vida de Vegadeo por varios acontecimientos. El primero de ellos sería la guerra de la Independencia contra Francia, organizándose varias partidas para luchar contra la invasión, convirtiéndose la Vega del Ribadeo en una improvisada fábrica de armas donde se reunían personas que trabajaban en las fábricas de Oviedo, Trubia e incluso Toledo. El otro acontecimiento del siglo, y quizás uno de los más importantes de la historia, sería la constitución en Ayuntamiento Propio de toda la comarca de la Vega de Ribadeo, independizándose de Castropol, en el año 1836, estableciéndose la capital en Plantón hasta el año 1851 en que ésta es trasladada hacia la localidad de Vegadeo, actual emplazamiento.

Los últimos tiempos nos dejan un despoblamiento progresivo del municipio, aunque esperamos que gracias a las características geográficas, demográficas y sociales del concejo la situación cambie próximamente de rumbo.

martes, 11 de octubre de 2011

Heraldica Andaluza

Quiero agradecer a don Álvaro Z., autor del interesante Blog Haráldica Andaluza, las palabras que dedica a este blob y que reproduzco a continuación. Muchas gracias don Álvaro y aqui tiene un foro abierto a su servicio.

 Mi foto


Heráldica en Andalucía

Se pretende con este blog describir y difundir la heráldica de los municipios y gentes de Andalucía.

martes 11 de octubre de 2011

ENLACE RECOMENDADO DE LA SEMANA

La semana pasada proponía la visita a la página de la Fundación de la Casa Ducal de Medinaceli, visita, que si ha hecho, espero haya disfrutado. Es mi intención recomendarles cada semana un enlace, una página, un blog, desde dónde puedan seguir otros aspectos de las Ciencias Heroicas.

Se propone hoy al amigo lector que visite un blog de análogos fines al que está leyendo, por lo que seguro es de su interés.

Me refiero al redactado por Don Francisco José Francos, Asturias, Genealogía, Heráldica y Nobiliaria, que desde Asturias, está haciendo un notable, ameno y riguroso repaso por la heráldica e historia de sus concejos y por todo lo concerniente a las llamadas ciencias auxiliares de la Historia en el Principado. Y por su historia.

Armas de Don Francisco José Francos

Si no lo conoce ya, amigo lector, lo que es más que probable, aventúrese en la rica heráldica asturiana y disfrute de la lectura del blog.
 

 

sábado, 8 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXX














VALDES.


De gules, un león naciente de oro. Al timbre corona real abierta.


Reseña Histórica.



Los datos más antiguos de la presencia humana en el concejo de Valdés se remontan a las épocas prehistóricas, concretamente a la etapa del acheliense, hallándose útiles e industrias de estos homínidos en el yacimiento de Busto, siendo hasta el momento presente, el sitio que ha dado los restos arqueológicos más antiguos de todo el norte peninsular. También se han localizado restos industriales de estas mismas etapas en los sitios de Caroyas, Ribón, Paredes. Dentro de la etapa Megalítica, se han localizado varias necrópolis tumulares en zonas limítrofes con Cudillero, Salas, Villayón y en zonas interiores como Villuir, La Granda o Piedrafita, siendo el campo encontrado en Xugadoiro el más sobresaliente dentro de estos descubrimientos.

Dentro de la cultura castreña, varios son los asentamientos localizados por todo el concejo, aunque la ausencia de excavaciones nos ha privado de determinar con exactitud la fecha de construcción de los mismos. Lo único que podemos suponer es que los localizados en el interior eran utilizados por el pueblo romano para sus trabajos en las prospecciones auríferas, y que los hallados en las proximidades costeras podían estar relacionados con el control de la vía romana que se dirigía hacia Lugo. Lo que sí nos aporta la época colonizadora romana son varias monedas, un sello, y una lápida con inscripción romana encontrada en Rellón de Merás, parroquia de Paredes.

Los primeros datos documentados que tenemos del concejo de Valdés corresponden a los siglos X y XI, en los que se producen varias donaciones, tanto al obispado de Oviedo, como a los cenobios de Corias y Bárcena, que poseían varias iglesias y terrenos del municipio. Ya en estos tiempos la población de Valdés empezaba a tener una considerable importancia, siendo dos siglos más tarde, concretamente en el año 1270, cuando el monarca Alfonso X el Sabio otorgó la carta Puebla al territorio, concediéndoles a partir de este momento y por culpa de la anarquía, robos, y perjuicios que los nobles y caballeros cometían con las gentes del lugar, todos los derechos reales y libertades, reservándose la corona las posesiones eclesiásticas. Siete años más tarde Valdés forma parte de la creación de la hermandad de la mayoría de las pueblas del occidente, que se desarrolla en el Alto de La Espina, y en la cual se comprometen todas ellas a colaborar entre sí, y acabar con los robos y delitos en la comarca.

La época medieval viene marcada por la influencia que tenía en toda Luarca el incipiente gremio de mareantes, que agrupaba a las personas dedicadas a la pesca, el comercio y armar embarcaciones para regular y defender los numerosos intereses comerciales que allí se daban. El siglo XV viene marcado por las disputas de la nobleza con la monarquía, teniendo varios linajes una autoridad bastante grande sobre buena parte de la zona, cosa que no agrada de ninguna manera a la corona. Buena muestra de ello lo constituye la construcción de la torre de Villa de Moros, antigua fortaleza medieval que perteneció a la casa Peláez. En el siglo XVI, Valdés aparece en las actas de la Junta general del Principado, como integrante del partido de los cinco concejos, documentado por primera vez en el año 1462 y que agrupaba a los municipios de Grado, Salas, Pravia, Valdés y Miranda. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, la jurisdicción municipal abarcaba a 13 parroquias y un anexo y 189 entidades de población repartidas por todo el territorio.

El siglo XIX nos deja un acontecimiento relacionado con la guerra de la Independencia contra la invasión francesa, y este no es otro que el traslado, tras sufrir Oviedo la tercera invasión, de la Junta del Principado y de la Real Audiencia a Luarca, para pasar posteriormente a Castropol y Figueras. También nos deja el final del siglo la aparición de los primeros movimientos migratorios ultramarinos, que volverían más tarde a su tierra natal con un fuerte poder monetario y social.

Del siglo XX la noticia más destacada que se produce es el cambio del nombre del concejo en 1909, adoptando la nomenclatura de la capital, no siendo restituido por la antigua y más acorde denominación de Valdés hasta el año 1985. Hoy en día Valdés es uno de los concejos asturianos que mayores cosas nos ofrecen, pudiendo disfrutar de unos estupendos paisajes montañosos, unas bonitas vegas de los ríos, así como unas playas realmente bellas, consiguiendo ser uno de los destinos turísticos más solicitados. 

jueves, 6 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXIX











TINEO.

El escudo del concejo se presenta de forma acuartelada, presentando la singularidad de que en el medio aparece un escudo en el que se observa un León de oro en atención al antiguo condado de Cangas y Tineo. El primer cuartel, nos muestra un castillo almenado, en referencia a un antiguo asentamiento desde donde se controlaba el territorio. El segundo cuartel, corresponde al blasón que el rey Carlos I otorgó a García Fernández de la Plaza, por la muerte de un capitán del pirata Barbarroja en la conquista de la goleta. En el mismo podemos observar la cabeza de un general moro con su espada y su bandera, flanqueado todo ello por cuatro cabezas degolladas, leyéndose en el pie la leyenda "Omnia Vincit Virtus". El tercer cuartel, nos muestra las armas del monasterio de Obona, con sus correspondientes mitras, la cruz, el bastón episcopal y las flores de lis. El cuarto cuartel, nos representa dos brazos cruzados, uno desnudo sobre otro vestido, y estando coronado por la cruz de San Francisco de la villa de Tineo, y que representan la orden de los Franciscanos que había en Tineo. Al timbre la corona, condal.

Reseña Histórica.

Ya desde tiempos prehistóricos el territorio de Tineo tuvo presencia humana, siendo la etapa neolítica la que más restos arqueológicos de importancia nos deja, como así lo demuestran diversos campos tumulares encontrados en la sierra de Cabra, la Curiscada, Bustellán, Tamallanes, Bones, Campiello, el Baradal o Merillés.

De los asentamientos castreños, se tiene constancia de la aparición de al menos una quincena de asentamientos fortificados repartidos por todo el territorio, creyéndose que comenzaron a edificarse en el neolítico, siguieron durante la edad del Bronce, llegando a alcanzar su máxima plenitud en la edad del Hierro. Algunos de estos asentamientos son los de Riocastiello, el Fresno o La Barca.

La colonización romana, trae consigo las primeras explotaciones auríferas acaecidas en el concejo, siendo de gran importancia las de Navelgas y Cerrado. También procede de esta época la primera calzada que atravesaba el concejo, así como diversos topónimos locales y diversas monedas, aras, lápidas, estelas y hasta la construcción de algún que otro acueducto.

Se creía que la primera noticia documental de Tineo procedía de la fundación del monasterio de Obana por el príncipe Adelgaster, hijo del rey Silo, en el año 780, pero se ha demostrado la falsedad de tal escritura, teniendo, no obstante el monasterio una antigüedad considerable, como así lo prueba su existencia en el siglo X. A este siglo pertenecen varias donaciones efectuadas a poderes eclesiásticos, como las realizadas por Alfonso III y que incluía al monasterio de Santa María y el de Arganda, o las realizadas por el rey Fruela y que incluían varias iglesias, así como los monasterios de San Esteban de Sobrado, San Facundo y San Félix con todos sus territorios. En el siglo XI se configura claramente el "Comisso de Tineggio", al frente del cual había condes, tenientes y gobernadores, apareciendo en el testamento de Petrus Alvariz y su esposa, la confirmación del padre y la madre del monarca portugués como "Imperantes Tineggio".

En 1115 representantes tinetenses acuden a la junta de Oviedo convocada por el obispo Pelayo, a fin de que se neutralizasen las acciones malhechoras que se estaban dando por todo el territorio. En el año 1125 el conde Suario gobernaba todo el territorio desde la Cabruñana hasta el río Eo. Ya en el año 1178 el regente Fernando II dona al monasterio de San Vicente en Oviedo, su realengo de Tineo denominado Vallongo y Vega del Rey.

Es en el siglo XIII cuando tiene lugar la concesión de la carta Puebla a Tineo, concretamente en el año 1222 y por mediación del rey Alfonso IX, un enamorado de las tierras del concejo. El establecimiento se produce alrededor de un antiguo asentamiento fortificado. También de dicho año pertenece la orden dictada por el rey mediante la cual se obligaba a quienes peregrinaban a Santiago, el paso por Tineo, y más concretamente por delante del monasterio de Obona. En 1277, tiene lugar en la localidad de La Espina, la firma de varias pueblas del centro-occidente, entre las que se encontraba Tineo, de una carta de hermandad en la que se comprometían en la defensa de los intereses comunes. En 1295 el rey Fernando IV, gracias al apoyo recibido durante las revueltas, confirma los privilegios a varios concejos que lo apoyaron y entre los que se encontraba Tineo.
 
El 15 de octubre de 1369 Enrique II concede los terrenos de Cangas, Allande y Tineo al adelantado de Asturias Pedro Suárez de Quiñones, siendo devueltos dichos territorios a la corona nuevamente en tiempos de Enrique III. Después de muchas peleas y ganas de apoderarse de los concejos de Cangas y Tineo, por parte del conde de Luna, Diego Fernández de Quiñones, el rey se los cede al caballero Francés Armagnac en recompensa por los servicios prestados, siendo éstos restituidos ya definitivamente a la corona en el año 1533. Un poco más tarde, en 1579, se integra en el concejo el antiguo coto señorial de Bárcena y 22 años después el concejo, gracias a la mediación del apoderado Diego García se consigue que éste tenga voz y voto, estando en el asiento 35.

Ya en el siglo XIX, tiene lugar la integración de los últimos cotos señoriales, con la incorporación en 1827 de los cotos de Obona, Sangodeño y Mirallo. Otros hechos importantes acaecidos durante esta centuria son las guerras de la Independencia, con presencia de tropas tinetenses en el frente contra la invasión francesa, y las distintas batallas Carlistas, también con diversos disturbios acaecidos en el concejo.
 
Los últimos tiempos nos han traído otra guerra mucho más cruenta y desgraciada, como fue la Civil española, aunque afortunadamente el concejo se recuperó de manera satisfactoria convirtiéndose Tineo en un referente de todo el occidente Astur.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXVIII













TEVERGA.

Escudo cortado y medio partido. En azur la Cruz de los Ángeles, de oro y piedras preciosas, acompañada de los ángeles en adoración, también de oro. En gules cinco bustos de doncella, de su color, puestos en aspa, representando a la casa de los Miranda. Sable, árbol y cruz con la leyenda "O CUAN BIEN LO HIZO BELLIDO CON LA ESPADA EN LA MANO", este cuarto representa a los pueblos del Privilegio (Páramo, La Villa del Sub y La Foncella). Al timbre, la corona real cerrada.

Reseña Histórica.

Los primeros vestigios de ocupación humana hallados en Teverga, pertenecen a la etapa neolítica. Concretamente se han encontrado diversas muestras tumulares en Cueiro, Santa Cristina, Sobia y el Cordal de La Mesa. De una mayor magnitud son las pinturas halladas en los Abrigos del Fresnedo, donde se representan más de 50 imágenes de difícil interpretación. Se cree que dichos grabados corresponden a una etapa transitoria entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. De los asentamientos castreños se tiene noticia de varios castros repartidos por todo el territorio como los hallados en el Pico de La Peña, la Cogonilla, la Cogolla y el Castillo de Trescuro.

En la época de la dominación romana, hay que decir que Teverga fue una de las zonas que primero se romanizó, conservándose algunos trozos de una antigua calzada que cruzaba el municipio para pasar a la meseta. También fueron encontradas varias monedas romanas que tenían acuñadas la imagen del emperador Augusto.

Las primeras noticias documentadas de Teverga, se sitúan en torno a los siglos X y XIII, y hacen referencia a la donación a la iglesia de Oviedo de varias tierras y edificaciones de Teverga. Así, podemos nombrar la efectuada por la Condesa de Aldanza que cedió el monasterio de San Pedro de Teverga, o la donación de la villa de Entralgo por parte de Flámula Jiménez. Durante todo este tiempo Teverga sufre una gran expansión económica y demográfica, siendo el siglo XII donde con mayor claridad se demuestra dicho fenómeno.

Teverga se convierte de este modo en concejo de Obispalía, estando sometida al poder eclesiástico, que nombraba un juez por el estado noble y designaba a cinco escribanos. Esta situación perdura hasta 1579, fecha en la cual el rey Felipe II pone en práctica su famosa desamortización por una necesidad imperiosa de ingresos para la corona, y vende todos los antiguos concejos de obispalía a quienes los poblaban. Aquí, sin embargo una familia poderosa como era la de Miranda, que ostentaban el marquesado y dominaban el valle de Valdecárzana, siguieron gozando de cierta autonomía, queriendo tener el control sobre todo el territorio. Esta casa desapareció en 1834 por falta de descendencia sucesoria, incorporándose al condado de Santa Coloma.

El siglo XIX fue de gran importancia para el concejo. Primero por la lucha y defensa que hicieron las gentes de Teverga de su territorio en la guerra de la Independencia contra las tropas francesas, en la que mostraron una garra y un carácter encomiable. Y segundo por la incorporación al municipio en 1827 del antiguo coto señorial de Páramo de Focella, que gozaba de privilegios importantes gracias a una dispensa otorgada por el rey Bermudo III.

Por último en estos tiempos más recientes Teverga vive un periodo de luces y sombras. Luces gracias al funcionamiento y puesta en marcha de varias industrias extractivas en el concejo, que llegó a convertir a Teverga en un gran territorio, y sombras debido a la decadencia que sufrió dicho sector a partir de la década de los setenta del siglo XX, y que provocó un éxodo de juventud hacia otras partes de Asturias. Afortunadamente, parece que el turismo está cambiando de nuevo el panorama, teniéndose unas perspectivas bastantes buenas todo el territorio de Teverga.

martes, 4 de octubre de 2011

Concejos Asturianos LXXVII



















TARAMUNDI.

Escudo cuartelado. El primer cuartel, nos muestra sobre campo de azur, La cruz de Los Ángeles, que representa la dependencia de buena parte del territorio por parte de la mitra ovetense. El segundo cuartel, simboliza a un castillo almenado del que sale sobre su parte más alta un águila que tiene sobre su cabeza el cuerno de la abundancia, flanqueado todo ello por dos palmas. Todo esto encarna el poder que ejerció durante un tiempo el municipio de Castropol. El tercer cuartel, nos enseña unos jaqueles orlados por una cadena metálica en representación del escudo de la familia Bermúdez. El cuarto cuartel, nos muestra un castillo y la efigie del Apóstol Santiago bajo una Cruz latina. Son las armas del linaje Castropol.

Reseña Histórica.


Los primeros signos que demuestran la existencia de vida humana en el concejo se remontan a tiempos epipaleolíticos, como lo demuestran los restos de las necrópolis tumulares hallados en las estribaciones de la Sierra de Ouroso y los montes de Pereira y Navallo.
 
De la época de dominación romana, quedan en el concejo diversos topónimos como los nombres de O Castro en Ouria y O Castros en Taramundi, que fueron habitados por egobarros, y que fueron fundados para trabajar las explotaciones auríferas en la zona. Durante el siglo pasado, y en relación con esta etapa histórica fueron halladas varias medallas de bronce correspondientes a la época de dominación del emperador Nerón.
De las épocas de la monarquía Asturiana, de la alta y baja edad media, pocas cosas podemos aportar. Lo más destacable y verdaderamente más importante fue la pertenencia del concejo al poderoso y vasto territorio de Castropol hasta el siglo XV. Durante este tiempo todos los alcaldes, administradores y jueces de las distintas alcaldías pertenecientes a Castropol se reunían en el campo de Tablado donde recibían órdenes del poder episcopal. Pero toda esta dependencia de Castropol acabó con la desamortización llevada a cabo por el rey Felipe II a raíz de tener que sufragar los gastos acarreados por las distintas contiendas en las que estaba inmiscuida la corona Española. Por esta causa vende a las gentes de los pueblos las antiguas concejalías obispales, consumándose en Taramundi este hecho con la venta en 1584 de las parroquias de San Martín de Taramundi y San Julián de Ouria, adquiriendo la promesa de que nunca más sería separado de la corona. En Junio de 1584 se eligieron un regidor y tres concejales, dos por Taramundi y uno por Ouria, que elaboraron las primeras leyes del concejo, contando para ello con la participación de varios vecinos comisionados. Algunas de estas ordenanzas estuvieron en vigor hasta el año 1783.
 
El siglo XVIII viene marcado por una incipiente y fructuosa industria ferrícola, como así lo demuestran los seis mazos de espalmar y las fraguas reconocidas en el catastro de Ensenada. En el siglo XIX esta industria sufre un proceso de cambio, teniendo que convertirse en una producción mucho más específica como consecuencia de la moderna siderurgia que se instala en el norte del país. Hoy en día todavía se trabaja en esta rama del trabajo, conservando viejas tradiciones y elementos que hacen que Taramundi produzca unas excelentes navaja y cuchillos, objeto de compra para el turismo que asome por aquí.