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jueves, 7 de julio de 2011

Vacaciones

Comienzo un tiempo de descanso y vacaciones, a partir de mañana estaré realizando el Camino Primitivo desde Oviedo a Santiago.
A la vuelta retomaremos la serie de Concejos Asturianos.

Un saludo a todos,

miércoles, 6 de julio de 2011

Concejos Asturianos LVIII












PRAVIA.

En campo de plata, seis cuervos, de sable, puestos en dos palos.

Reseña Histórica.


Vestigios históricos hallados en el concejo, prueban la existencia de vida humana ya en tiempos del paleolítico inferior. Dentro de estos hay que señalar los descubrimientos de Sandamías, donde se encontró una gran macheta de piedra, un hacha de mano realizada en material férreo y una especie de raedera convergente de cuartiza hallada en Las Campas de Luerces. Del paleolítico superior hay también elementos significativos como las puntas de flecha halladas. También existen datos correspondientes a la edad del bronce y la edad del hierro, donde fueron hallados diversos castros a lo largo del territorio. Además, de estas etapas históricas provienen los nombres de los ríos Pravianos, lo que prueba la existencia de pueblos celtas, preceltas e indoeuropeos en el concejo.
 

De la etapa de la romanización Pravia ofrece diversos testimonios. Uno de ellos se refiere a la identificación con Pravia o con Santianes con la ciudad de Flavionavia, que el historiador griego Ptolomeo situaba a la orilla izquierda del río Nalón. Se cree que fue fundada en tiempos del emperador Flavio Tito Vespasiano que por él fue nombrado (municipium) Flavium Avia. Otros hallazgos románicos hallados son los restos de La Magdalena de la Llera en Santianes, la Estela de motivo funerario encontrada en Los Cabos, y los denarios de Plata hallados en Doña Palla. Así mismo durante la época Pravia se convirtió en una importante red de comunicación al ser lugar de pasada de la vía que comunicaba Lugo de Llanera con el Lugo Gallego.
 

Durante la etapa de la monarquía Asturiana, Pravia adquiere una significativa importancia al ser trasladada a sus terrenos la Capital del reino. Este hecho fue realizado gracias a la unión en matrimonio del rey Silo con Adosinda, hija de Alfonso I y hermana de Fruela I. El rey Silo fallece y Adosinda intenta colocar como rey a Alfonso II, hijo de Fruela, al que le sería arrebatado el trono por su tío Mauregato que reina del año 783 al 789. El heredero sería entonces Bermudo. Finalmente Alfonso II el Casto sería el que trasladase la corte a Oviedo poniendo fin a la hegemonía Praviana.
 

En el siglo XIII es cuando tiene lugar la fundación de la Puebla de Pravia durante reinado de Fernando III el Santo, el cual le concede los fueros a Pravia. Esto no implica que en dicho territorio no hubiese asentamiento humano, pues era conocida la existencia de un monasterio en dicho lugar. En concreto el monasterio de San Andrés, cerrada al culto en el siglo XVIII al amenazar ruinas. De esta época también datan la construcción de las murallas, que han ido desapareciendo con el paso del tiempo.
 

Pravia está representada en la Junta General del Principado desde sus orígenes, y del mismo modo está presente en numerosos entendimientos con los concejos vecinos creándose ya desde tiempos del bajo medievo asociaciones, como la unión de los cinco concejos en los que se hermanaba con Salas, Grado, Valdés y Miranda. Con estos mismos concejos más el voto de Somiedo se formó en la Junta General el partido que participaba en la elección del representante en la diputación y del procurador general del Principado.
 

Históricamente la pesca siempre fue un importante elemento económico para el concejo, dada la buena calidad de sus aguas. El río Nalón era el río Salmonero por excelencia y el concejo disfrutaba del privilegio de la renta de la pesca media desde Las Mestas del Narcea hasta Espilonga, próxima a la desembocadura del río en San Esteban, siendo el periodo de pesca desde el 1 de Enero al 24 de Junio. Este privilegio data de 1669. El ayuntamiento se encargaba de recaudar el dinero y lo utilizaba en la construcción de fuentes, caminos, escuelas para el pueblo, etc.
 

Otro dato histórico de gran importancia para el concejo tuvo lugar en 1836 en la que Pravia pierde la mitad de su extensión aproximadamente al segregarse los terrenos pertenecientes a Muros, Soto del Barco y Cudillero que pasaron a formar ayuntamientos propios.
 
De las épocas actuales hay que destacar que Pravia ha sido y es uno de los concejos donde más presentes están representadas las obras indianas en todo el territorio, con multitud de edificios notables así como capillas, fuentes y escuelas que forman parte ya del entorno praviano.

martes, 5 de julio de 2011

Solución

Hoy quiero reproducir, por si relevancia asturiana, la entrada en el Blog Heraldistas, de mi buen amigo Fernando Martínez Larrañaga. Y que pedia localizar los linajes vinculados con la familia Ron.

Esta es la solución que le proporcioné:




















ARMAS DE LOS LINAJES DE RON Y AGREGADOS:

ESCUSON CENTRAL, RON: De gules, con un castillo de oro, acompañado de dos árboles de su color, uno a cada costado. Sobre el homenaje, un hombre tocando un cuerno de oro. En punta, un caldero de sable, sostenido por una piva soportada por dos hoquillas de rama, sobre terrasa de sinople. Y bajo el caldero fuego.  Bordura de gules y en la parte superior de la misma un cuerno de oro. Y en letras de sable, el lema: “A ESTE SON COMEN LOS DE RON”.

Comenzando por el lado diestro del jefe y siguiendo las agujas del reloj:

IBIAS: De azur, con un castillo, desde cuyas almenas pelea un guerrero armado de lanza con un monstruo con cola de pescado. El castillo sobre ondas de azur y plata. En el fondo de la aguas tres peces de plata, y una Cruz de San Juan, de este metal en el ángulo diestro, del jefe. Bordura cosida de azur, con una Cruz de San Juan, de plata, y en letras de sable, el lema: “IBIAS, IBIAS, DIOS ME AYUDE”.

QUIRÓS O BERNALDO DE QUIRÓS: En campo de plata, dos llaves de azur, en sotuer, los anillos bajos y enlazados por una cinta de gules, y acostadas en tres luneles de gules a cada costado. Dos lises de azur en jefe y otra en punta. Orlado el todo y en letras de sable, el lema “DESPUÉS DE DIOS LA CASA DE QUIRÓS”. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
VALCARCE: En campo de azur un castillo de piedra, en cuyo homenaje ondea una bandera de plata, acostado de cinco estacas nudosas al natural situadas en faja, dos a la diestra del castillo y tres a la izquierda. En el ángulo izquierdo del jefe, una Cruz floreteada de gules.
PATAGUÍN O PATAQUÍN: De gules, con seis bastones de mando, de oro, puestos en faja. Bordura de azur, con ocho Cruces de San Juan de Jerusalén de plata.
CABALLERO: De sinople con un castillo de plata sobre ondas de azur y plata, de cuyo homenaje, nace un león de su natural color. Y tres veneras de plata una a cada costado del castillo y otra en punta entre las ondas. Bordura de plata y en letras de sable la leyenda: “CONCHAS Y CASTILLO Y LEÓN PRISIONERO ARMAS SON DE CABALLERO Y RIEGO”.
OSORIO: De oro, con dos lobos pasantes de gules, puestos en palo. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
PARGA: De azur, con tres palos de oro.
LIENES: partido y cortado, primero: armas de NAVIA, De azur con una banda de oro engolada en dragantes de sinople linguados de gules y perfilados de oro. Cortado, superior BOLAÑOS, De sinople y un cordero de plata cebado con un bollo de oro en la boca y siniestrado de una pierna con su muslo, con armadura de plata y calzado el pie con espuela de oro. Inferior RIBADENEIRA, De oro, con una Cruz floreteada, de gules, cargada con cinco veneras de plata. En punta, tres fajas ondeadas, de azur.
QUEIPO O QUEIPO DE LLANO: De oro, con tres fajas de sinople. En jefe, tres lises de azur, puestas en faja. Bordura cosida de oro, con una rama de parra, de sinople, con racimos de uva de su color.
CABO DE RIO EN TUÑA: PARTIDO DE PELAEZ DE ARGANZA Y RODRIGUEZ DE TUÑA. (En el dibujo se parte con OMAÑA): De gules con un caballero armado, de plata, con espada en la diestra y la Cruz de Pelayo en la siniestra. En jefe la leyenda “HOC SIGNO VINCES”. Segundo, De oro con una banda de gules engolada en dragantes de sinople. (En el dibujo parece que se acompaña de cinco armiños de sable, tres encima de la banda y dos bajo ella, en este caso podría ser OMAÑA.)
FLOREZ VALDÉS: PARTIDO: 1º FLOREZ: De azur, una doncella coronada de oro con un escudo sobre su pecho, de azur con cinco flores de lis de oro. 2º VALDÉS: De plata con tres fajas de azur. Entre las fajas, diez roeles de gules cargados de un aspa de plata, dispuestos 3-2-2-3.
CABRANES: De gules con un roble de su color y dos cabras de plata, una empinada al tronco y la otra tumbada al pie del mismo. En jefe una venera de plata; y otras dos a cada costado del árbol.
ARMESTO: De azur, una cruz de oro cargada de cinco veneras de gules y plata.
MIRANDA: De gules, con cinco doncellas desnudas hasta debajo de los pechos, sosteniendo con las manos una venera cada una, que tapa el resto del cuerpo (se suele pintar el bustos de las doncellas y debajo la venera). Dos sierpes de sinople, de dos cabezas, una a cada extremo, alrededor del escudo, por orla, tanto en la parte superior como inferior, anudadas y afrontadas.
ÁLVAREZ DE LAS ASTURIAS: Jaquelado de quince piezas, ocho de gules y siete de veros de azur y plata.

lunes, 4 de julio de 2011

Concejos Asturianos LVII












PONGA.


El escudo de Ponga está partido y medio cortado.
El cuarto partido de la izquierda es doble y representa la figura de Enrique III en caballo con la inscripción; "S ENRIQUI DEI GRATIA REGIS CASTELAE LEGIONIS", en honor de los dos privilegios que éste concedió al pueblo.
El cuarto partido de la derecha se divide en dos, estando en la parte superior la cruz del escudo de los Caso, que fueron alférez mayores de Ponga.
En el cuartel partido, cinco llamas sobre fondo rojo que es el escudo de la familia Cienfuegos, titulares del condado de Peñalba, que sucedieron a la familia Caso.
Al escudo municipal actualmente utilizado hoy en día, no se le conoce sanción legal ni documento oficial que especifique cual de las varias versiones que circulan es la correcta.

Reseña Histórica.
Varios útiles arqueológicos de relevancia como lo eran dos espadas, una hoz y una punta, nos remiten, en lo que a ocupación humana de la zona se refiere, a la época de la edad de bronce. Además han sido encontradas huellas primitivas en el castro de El Castiello, entre Taranes y Abiegos. Hechos que lo demuestran son las latinizaciones de términos tales como "Belennus" o el sol en Beleño, y "Tarannus" o trueno en Taranes.
Durante la colonización romana, Ponga pertenecía al territorio de la Cantabria, encontrándose útiles de trabajos para minas en Miesca, interpretándose que hubo avanzadillas militares para proteger los pasos por Ventaniella y Arcenorio y explotar esas riquezas naturales. De esta época son famosas dos lápidas funerarias encontradas en Sellano y la iglesia primitiva de San Juan de Beleño y las cuales contenían también representaciones artísticas de caballos. En la época del reino Astur, montañeses de Ponga participaron en la batalla de Pontunio (el Pontón) adonde arribaron desde Arcenorio.
La primera referencia documental que se tiene de Ponga, es la donación efectuada por Alfonso IX a Pedro García de Caso, del coto de Cazo en 1188. Los primeros datos que nos hablan de la vida administrativa de la zona datan del siglo XIV en el que existían jueces nobles y plebeyos, alcaldes de hermandad y cinco regidores perpetuos. Durante las luchas entre Pedro I y Enrique de Trastámara, el municipio siempre fue leal a Pedro. Enrique III otorgó al concejo dos favores reales, la libertad de pastos y tránsito por todo el reino, así como la exención del pago de portazgos por sus ganados y mercancías.
 
Durante la edad moderna queda definida la integración religiosa y civil de Ponga en Asturias, perteneciendo al arcedianato de Villaviciosa, e integrándose en el partido de Llanes en relación con su vida política. El primer diputado registrado que representa a Ponga data de 1594 y recae sobre Juan Alonso Del Río.
 
Durante el siglo XIX dos fueron las circunstancias que marcaron la vida de Ponga y modificaron su actividad lugareña. En primer lugar la emigración que se produzco rumbo a América y que repercutió en el concejo en el retorno y uso de capitales. Y en segundo lugar, la inauguración de nuevas y mejores comunicaciones terrestres, siendo de gran importancia dado su difícil trayecto, la que discurría por el desfiladero de Beyos, y que proporcionó a sus habitantes una salida por el Sella hacia Cangas de Onís.

sábado, 2 de julio de 2011

Concejos Asturianos LVI













PILOÑA.



Representa en campo de azur un caballero armado de punta en blanco seguido de un escudero, ambos a lomos de caballos vadeando el río Piloña y lleva el mote o divisa en oro: " ADELANTE MI ESCUDERO QUE MI CABALLO PIE HALLA". Representan el paso del río Piloña por el rey don Pelayo, cuando éste se dirigía hacia la batalla del año 721.


Reseña Histórica.



Se puede afirmar que el territorio Piloñes ya fue poblado en la época prehistórica paleolítica gracias a los hallazgos descubiertos en las cuevas de Aviau, Espinareu, Coñareu, la Peña Ferrán, la Peña Sorribes en Sevares y La cueva del Sidrón en Borines, donde son de gran importancia las figuras allí halladas. De la etapa neolítica se tiene constancia de al aparición de diversos útiles como los procedentes de la cueva de Valle o los del Dolmen de Coya y que hoy se encuentran desaparecidos. Estudios realizados posteriormente nos muestran una importante ocupación megalítica extendiéndose por todo el concejo estos vestigios históricos, siendo los más destacados los encontrados en el Monte Cayón, donde fue encontrado un monte tumular, actualmente destruido. De la edad de hierro son diversos asentamientos en forma de castros que están dispersos por el territorio. Tenemos muestras castrenses en el Cierrón de Castiellu, Argandenes, La Forca, La Coroña Castru, Sorribes y Antrialgo. Se cree que estos asentamientos estaban formados por la tribu Lugonnes, de filiación celta y que tenía su capital en Paelontium, actualmente denominada Belonciu. Aparecen dos lápidas que muestran la existencia de esta tribu, una en las proximidades del Sueve que reza "Asturum et Luggonum" y otra que reza "Luggoni Arganticaeni" y que algunos relacionan con Argandenes.

De la época de la romanización se conservan dos estelas en el concejo, una en Villamayor referida al pueblo Viroménico, y otra en las inmediaciones de la iglesia Borines y que se refiere al Ablaidico. De la etapa de la monarquía astur, el valle Piloñes es lugar obligado de paso entre la zona central asturiana y los valles orientales de la provincia. La crónica que narra el desplazamiento de Pelayo desde Gijón a Covadonga para iniciar la reconquista, da constancia de estos hechos.

En la época del alto medievo es donde aparecen las primeras documentaciones del concejo Pilones. El río ya aparece con diversos topónimos del tipo "Pialonia". En el "liber testamentorum" de la catedral de Oviedo aparecen referencias al territorio Piloñes, como lo demuestran dos donaciones. Una de ellas hace referencia de la donación efectuada por Ramiro II, hijo de Alfonso III y la reina Jimena, en el año 926, donde dona al obispado ovetense diversas iglesias y terrenos de Piloña. La otra referencia se refiere a la donación echa por Elo Guterriz en el año 1090 del monasterio de San Pedro de Sevares. Durante la época del medievo fueron constantes las adquisiciones por parte de entidades eclesiásticas de lugares del concejo.

Durante los siglos XII, XIII, y XIV aparece el territorio piloñes con cierta personalidad administrativa, habiendo un documento de 1247 perteneciente a San Pelayo y en la que habla del nombramiento de un "tenente" para las demarcaciones de Siero, Nava, Piloña y Caso. En 1314 se habla del cargo real de Notario Público en Piloña. El concejo es uno de los que asiste en 1378 a la junta en la sala capitular de la catedral de Oviedo y que es el germen para la formación de la Junta General del Principado.

Existían en el territorio Pilones diversos cotos señoriales, como los de Lodeña, cuya casa y torre aún se conserva hoy en día, Viyao, Vallín y Abedul. Todos estos cotos fueron agregados de manera definitiva al concejo en el año 1827.

En el siglo XVIII se crean en Piloña la obra pía en la que se enseñan materias teológicas, del latín, de geografía y contabilidad mercantil. Las primeras escuelas públicas que se abrieron fueron las de Infiesto en 1785, no llegando a los demás pueblos del concejo hasta un siglo después.

La entrada del siglo XIX trae consigo la guerra de la Independencia, notándose en todo el territorio. En 1810 se concentran en Infiesto las tropas Españolas del general Llano Ponte con la intención de frenar el avance de las tropas del general Bonet, que llegaron a producir un incendio al monasterio de Villamayor. La primera guerra Carlista también convirtió a Infiesto en escenario de luchas.

A partir de la segunda mitad de siglo se crean las primeras industrias en la zona, como llagares de sidra, fábricas de chocolates, quesos y mantecas y más tarde una azucarera. También se abre la carretera de Oviedo a Ribadesella y se termina la construcción del ferrocarril en 1891. El crecimiento demográfico y la escasez de recursos empujan a mucha gente a emigrar a ultramar.

El siglo XX comienza con la fundación de un gremio artesanal y la aparición de la primera sociedad agrícola. La revolución del 34 y la Guerra Civil dejan en el concejo cruentos combates, perteneciendo al bando republicano derrotado en 1937 y que en su retirada volaron el puente de Infiesto. Al igual que otros concejos vecinos y montañosos, durante la posguerra Piloña fue zona de refugio para guerrilleros que estaban escondidos.